Por: Ana Fondo

 

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, admitió durante la apertura de la trigésima sesión del Consejo de Derechos Humanos, celebrada hoy lunes 14 de septiembre en Ginebra, sentirse molesto y exhausto ante la escasa respuesta de la comunidad internacional, particularmente del Consejo de Derechos Humanos, frente a crecientes violaciones de los derechos humanos.

En su discurso, el funcionario de derechos humanos de mayor jerarquía en la ONU explicó cómo “la miseria humana se acelera” en tanto el sistema (de derechos humanos) se muestra prácticamente incapaz de atender las situaciones a causa de los escasos recursos que tiene a disposición. “El odio, la intolerancia, el racismo, todo esto parece en extremo abrumador”, lamentó.

Zeid manifestó su profunda preocupación por fenómenos crecientes como la migración y el desplazamiento de decenas de miles de personas a causa de conflictos armados y acciones terroristas. “El horror que experimentan –dijo en alusión a los refugiados–, que nos llega todos los días a través de los medios de comunicación, hace trizas nuestras esperanzas de un poco de misericordia, de alivio”.

Como una “vergüenza y deshonra”, recordó la imagen del niño Aylan Al Kurdi, muerto en una playa turca hace unas semanas en el intento de su familia por alcanzar territorio europeo. “Estos discursos, estas sesiones, estas protestas de muchos de nosotros aquí a favor de un mundo más humano, ¿para qué sirven cuando esto ocurre?”, cuestionó en tono crítico el Alto Comisionado.

En tal sentido, apeló a la comunidad internacional –Estados, organismos intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales– para afrontar esta crisis humanitaria sin precedentes. A su vez, insistió en la importancia del rol de la sociedad civil, que muchas situaciones es la que impulsa a superar situaciones de corrupción, detenciones arbitrarias, violencia o crímenes de guerra.

Zeid se refirió también a acontecimientos recientes en América Latina. Así, hizo mención de los más de mil colombianos deportados de territorio venezolano, acción que ha provocado violaciones de derechos humanos como el debido proceso y ha ocasionado la separación de familias y la destrucción de propiedades. El Alto Comisionado resaltó que entre los deportados podrían encontrarse “personas que necesitan protección internacional” y urgió a las autoridades a tomar medidas para garantizar la reunificación familiar y prevenir futuros abusos.

Asimismo, Zeid aludió a las deportaciones masivas de personas de origen haitiano desde República Dominicana y pidió al Estado que todo procedimiento se lleve a cabo en observancia de los estándares internacionales de derechos humanos.

Por otra parte, resaltó las luchas anticorrupción que han tenido lugar en Guatemala y Honduras desde hace meses. Respecto de Ecuador, el Comisionado llamó la atención sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y la comisión de posibles detenciones arbitrarias.

A propósito de México, Zeid valoró el reciente informe presentado por una comisión de expertos sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que puede dar luces para establecer la verdad en torno a este hecho.

Última sesión del Consejo de Derechos Humanos del 2015

El principal órgano intergubernamental de Naciones Unidas en materia de derechos humanos se reunirá desde hoy, 14 de septiembre, hasta el próximo 2 de octubre.

Durante estas tres semanas se discutirán diversas problemáticas de derechos humanos en 15 paneles de discusión previstos.

En la primera semana se presentarán al Consejo, entre otros, los informes sobre detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y agua y saneamiento.

La segunda semana abarcará temas como los derechos de los campesinos, la situación de los pueblos indígenas y la crisis en Siria. Además se procederá a la adopción final de los informes sobre el Examen Periódico Universal (EPU), entre ellos los de Panamá, Honduras y Estados Unidos, que no aceptó ninguna de las recomendaciones que recibió durante su examen el pasado mes de mayo.

En los últimos días de esta sesión, el Consejo debatirá sobre el impacto de la lucha antidrogas en el disfrute de los derechos humanos, el deterioro de la crisis de Libia y la situación en Sri Lanka; el jueves y viernes últimos estarán dedicados a la adopción de resoluciones: los 47 Estados miembros del órgano intergubernamental deberán decidir si aprueban o no más de treinta textos resolutivos sobre diversas problemáticas de derechos humanos.

Como bien dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban-Ki-Moon, en 2007, luego de un año de existencia del Consejo: “Todas las víctimas de violaciones de derechos humanos deberían poder considerar el Consejo de Derechos Humanos como foro y trampolín para pasar a la acción”.