Por: Carmen Lucía Castaño

 

Ginebra, 17 de junio.- Así lo afirmó Chaloka Beyani, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de las Personas Desplazadas Internas, en el marco de la presentación de su informe periódico ante el Consejo de Derechos Humanos. El experto aseguró que al final de 2014 había en el mundo 38 millones de desplazados dentro de las fronteras de sus propios países.

Según el reporte de Beyani, el desplazamiento interno alcanzó cifras récord por tercer año consecutivo y actualmente el tiempo promedio en que permanecen las personas en esta situación es de 17 años.

Esta realidad, señaló el Relator, requiere el reconocimiento de que el desplazamiento no es un asunto solamente humanitario “sino un problema central del desarrollo que requiere acción urgente por los Estados afectados y la comunidad internacional para promover la resiliencia, la recuperación temprana y la reconstrucción”.

Respecto de la relación entre los objetivos de desarrollo sostenible (metas actualmente en negociación que orientarán el trabajo conjunto de los Estados miembros de la ONU entre 2015 y 2030) y la situación de las víctimas de desplazamiento interno, el Relator invitó a los países a dotarse de sus propios objetivos y de indicadores que sean incluyentes de las personas en esta situación: “Los Estados deben asegurar que las soluciones sostenibles para los desplazados sean incluidas en planes de desarrollo (…) locales y nacionales”.

Beyani reportó que durante el año anterior trabajó por el fortalecimiento de los mecanismos regionales de protección. Por ejemplo, mencionó que en marzo de 2014 participó en el plan de acción para la implementación de la Convención de Kampala, tratado que aborda el asunto de los desplazados internos en la Unión Africana. En el mismo sentido, relató que se reunió con miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el fin de alentarlos a crear un instrumento jurídico semejante en el continente.

Posteriormente, el Relator se refirió a las visitas oficiales que hizo a varios países como Azerbaiyán, Costa de Marfil, Haití, República Centroafricana, Ucrania, Irán y Siria. Sobre sus hallazgos en estas dos últimas naciones, Beyani se manifestó profundamente preocupado por “la complejidad y la magnitud del desplazamiento en ambos países y por la fuerte posibilidad de un mayor deterioro y fragmentación a causa de los conflictos en curso”.

Acerca de Haití, indicó que su visita buscó hacer un balance luego de cuatro años del terremoto que ocurrió en enero de 2010 y saludó los esfuerzos hechos por el gobierno haitiano con el apoyo de la comunidad internacional para abordar el problema del desplazamiento.

Aunque resaltó la reducción de los habitantes de los refugios, Beyani advirtió que deben encontrarse soluciones de largo plazo para la población en esta situación. “Ahora debe hacerse una transición del enfoque humanitario a unas estrategias de desarrollo basadas en los derechos, que incluyan una solución sostenible para las personas desplazadas internas”.

A su juicio, es indispensable que esta aproximación aborde las condiciones de extrema pobreza y vivienda inadecuada en las que se encuentra la población desplazada y que haga frente a sus dificultades para acceder a la tierra y para suplir sus necesidades de subsistencia e integración.

La delegación haitiana respondió, por su parte, que es consciente de las dificultades que enfrenta su país para responder eficazmente a la situación de los desplazados internos y reiteró su disposición a poner en marcha planes integrales que les garanticen el pleno ejercicio de sus derechos humanos.

El informe completo del Relator está disponible en este enlace.