El alto número de muertos en las protestas en Nicaragua indica uso excesivo de la fuerza: expertos de la ONU

por | 27-04-2018

Cuatro relatores especiales de la ONU expresaron hoy su consternación por la violencia y las muertes ocurridas durante las protestas que empezaron el pasado 18 de abril en Nicaragua.

En un comunicado conjunto divulgado hoy en Ginebra, cuatro expertos de la ONU condenaron la violencia empleada por las fuerzas de seguridad durante las protestas en Nicaragua y determinaron que «el alto número de muertes de manifestantes es una clara indicación de que se empleó un uso excesivo de la fuerza».

El documento está firmado por los relatores especiales sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, Clément Nyaletsossi Voulé; la promoción del derecho a la libertad de opinión y expresión, David Kaye; ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Agnes Callamard, y la situación de los defensores de derechos humanos, Michel Forst.

Los expertos se mostraron consternados ante la respuesta violenta de las fuerzas de seguridad, que hicieron uso de munición real en contra de los manifestantes en Nicaragua, y afirmaron estar en contacto con las autoridades con el objetivo de obtener respuestas.

Los relatores advirtieron que si se confirma el uso de fuerza excesiva, en inobservancia de los principios de necesidad y proporcionalidad, las muertes constituirían ejecuciones ilegales, lo cual sería una violación al derecho internacional por parte del Estado. Como signatario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, entre otros instrumentos internacionales, Nicaragua tiene el deber de garantizar los  derechos a la vida, la libertad y la seguridad de sus ciudadanos.

Las reformas al sistema de seguridad social decretadas por el presidente Daniel Ortega el 18 de abril detonaron una serie de protestas en todo el país que, según el comunicado, condujeron a enfrentamientos entre manifestantes, fuerzas de seguridad y grupos afiliados al partido en el poder. Aunque las autoridades estatales solo han reportado diez fallecidos, los expertos afirmaron que al menos 30 personas resultaron muertas.

Los expertos llamaron al Estado a cesar la estigmatización contra manifestantes

Por otro lado, los expertos expresaron indignación ante la estigmatización por parte de funcionarios del Estado a los manifestantes, a quienes han calificado de «vándalos» y acusado de «manipulación política». El jueves pasado, Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa del primer mandatario, llamó «vampiros que reclaman sangre» a los manifestantes que se oponen a las reformas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

El pasado domingo, al anunciar la revocación de las reformas, el presidente Ortega convocó a un diálogo nacional y responsabilizó a los detenidos durante las protestas del «caos», y los calificó de «criminales». El día anterior, el presidente también se había referido a las protestas y había acusado a la cúpula de grupos políticos de «conspirar para promover la violencia en nuestro país».

Los expertos además se mostraron preocupados por el surgimiento de campañas de desprestigio, amenazas e intimidación en contra de defensores de derechos humanos que han estado monitoreando la situación. De igual forma, llamaron al cese inmediato de los ataques en contra de periodistas y radioemisoras. 

Tras nueve días de protestas, los relatores especiales de la ONU instaron al Estado nicaragüense «a proporcionar a la sociedad civil suficiente espacio para operar libremente, con respeto al derecho internacional, a fin de sentar las bases para un diálogo fructífero e inclusivo con todas las partes interesadas».

Finalmente, reiteraron los llamados del alto comisionado de la ONU para los derechos humanos a las autoridades nicaragüenses a realizar investigaciones independientes acerca de las muertes ocurridas en el contexto de las protestas y a respetar los derechos a la libertad de expresión y la reunión pacífica. Estos últimos, concluyeron los expertos, «son la piedra angular de las sociedades democráticas”.