Por: Carmen Lucía Castaño

 

Ginebra, 23 de junio.- Sérgio Pinheiro, presidente de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre Siria, se mostró alarmado por las consecuencias devastadoras de la guerra sobre los civiles que cotidianamente pierden “sus vidas, hogares y sustento en un conflicto en el que hay muy poco esfuerzo por adherirse al derecho internacional”.

Durante la presentación del Informe de la Comisión ante el Consejo de Derechos Humanos, Pinheiro aseguró que incidentes recientes corroboran los hallazgos reportados previamente por los expertos: la principal causa de las muertes de civiles, del desplazamiento forzado y de la destrucción en Siria es el ataque deliberado, indiscriminado y desproporcionado a civiles y a objetos protegidos y la imposición punitiva de bloqueos y sitios permanentes.

“Los ataques indiscriminados a las zonas habitadas por civiles son cometidos a lo largo del país por todas las partes”, afirmó Pinheiro, quien resaltó que los actos de la vida cotidiana de la población siria se han convertido en una “decisión de vida o muerte”.

Según el informe de la Comisión, el gobierno sirio continúa con los bombardeos aéreos, sitia zonas pobladas y arresta y desaparece a hombres en edad de combatir en zonas bajo el control de actores armados no estatales. Como consecuencia, genera el desplazamiento masivo de mujeres y niños dado que los jóvenes de más de 15 años suelen ser reclutados en los puestos de control.

Por su parte, los grupos armados no estatales bombardean y aterrorizan a la población que vive en zonas controladas por el gobierno con la intención de castigar a los civiles por su supuesto apoyo al régimen.

Todas las partes en conflicto usan hace más de dos años el asedio territorial con un efecto devastador: “han causado muertes por inanición o por enfermedades crónicas o como consecuencia de heridas provocadas durante los bombardeos aéreos para cuyo tratamiento no hay cuidado médico disponible”.

En las zonas sitiadas, explicó Pinheiro, con una población atrapada, sin comida ni ayuda humanitaria y sometida constantemente a ataques, el estado de desesperación de los civiles es una prueba de que la práctica del asedio territorial los convierte a ellos en víctimas y no sirve para debilitar al enemigo.

“En ninguna instancia las partes en conflicto han mostrado compromiso con su obligación primordial bajo el derecho internacional de distinguir entre objetivos civiles y militares”, lamentó el experto.

En otro sentido, aseguró que la continuación de esta guerra “representa un fracaso profundo de la diplomacia”. Pinheiro añadió que “mientras defienden las bondades de una salida política, algunos [Estados] han profundizado su implicación militar, acentuando la internacionalización del conflicto”. Según la Comisión, actores externos han “inundado” a las partes a las que apoyan con dinero, combatientes y armas.

“Una guerra en la que los civiles son sistemáticamente asesinados, los opositores son silenciados y las comunidades son confrontadas entre ellas requiere más que compasión, simpatía y solidaridad para ser resuelta”, dijo Pinheiro a la comunidad internacional.

Por su parte, el embajador sirio Houssam Eddin Aala aseguró que lejos de atacar a los civiles, el gobierno sirio hace todos sus esfuerzos por garantizar a la población el acceso a la ayuda humanitaria que necesite.

Houssam aseguró que son las fuerzas antigubernamentales las culpables de los crímenes masivos así como de la destrucción del patrimonio arqueológico sirio y resaltó que es responsabilidad del Consejo de Derechos Humanos señalar a los Estados que apoyan a estos grupos.

De la misma manera, el embajador puso en duda la fiabilidad del reporte ya que, según afirmó, la Comisión no tomó en cuenta la información que le fue proporcionada por el gobierno sirio sobre las prácticas de los actores en el terreno.

Al respecto, Sérgio Pinheiro respondió que la Comisión no ha recibido nueva información de Damasco desde octubre de 2012 y que, una vez la reciba, va a reportarla sin duda alguna. En el mismo sentido, recordó al diplomático que ha solicitado infructuosamente una autorización para visitar el país con el fin de tener información de primera mano y de “comprender mejor la narrativa del gobierno”.

El experto finalizó su intervención haciendo énfasis en que la Comisión y su reporte urgen a todos los actores armados, por igual, a respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario: “nosotros solo tomamos parte por las víctimas”, concluyó.

El informe de la Comisión está disponible en inglés en este enlace.