Por: Edgar García

 

Ginebra 15 de mayo.- Estados Unidos decidió llevarse a casa las 348 recomendaciones que los países han remitido en el marco de la vigésimo segunda sesión del Examen Universal Periódico (EPU), mecanismo de la ONU que examina la situación de los derechos humanos en los 193 Estados miembros. El Estado norteamericano tendrá plazo para decidir si acepta o rechaza las recomendaciones, hasta la trigésima sesión del Consejo de Derechos Humanos que tendrá lugar en septiembre y octubre 2015.

Al respecto, la delegación estadounidense presente en la adopción del informe, encabezada por Kathleen Hooke, declaró que “teniendo en cuenta la gran cantidad de recomendaciones que recibimos en este informe no podemos responderlas individualmente hoy. Volveremos en septiembre dándoles una respuesta detallada”.

De igual manera, la jefa de la delegación estadounidense dio detalles en cuanto el proceso de examen de las recomendaciones por parte del país norteamericano: “la Casa Blanca coordinará el examen y representantes de al menos dos organismos federales estarán involucrados activamente, la mayoría de los cuales estuvieron presentes en nuestro EPU a principios de semana. Nuestro examen de las recomendaciones incluirá divulgación con la sociedad civil y tendrá en cuenta sus opiniones [así como] de los gobiernos estatales, locales y tribales”.

Sin embargo, la delegación de los Estados Unidos ya había respondido durante el examen a las recomendaciones de Perú, Chile y Paraguay que pedían ratificar instrumentos internacionales de los que los Estados Unidos no es parte, al declarar que el gobierno de Barack Obama “continúa dando su apoyo” a la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

Además la ratificación de estos instrumentos internacionales debe hacerse en consulta con el Congreso de los Estados Unidos, como lo estipula la Constitución del país según la delegación. De igual modo, el país norteamericano declaró que no “consideraba ser parte del Estatuto de Roma”.

Con respecto a las recomendaciones de Venezuela, Francia, Reino Unido y España que instaban a cerrar el centro de detención de Guantánamo, la delegación informó que para el Presidente Obama el cierre de este centro de detención era “un imperativo nacional”; sin embargo, no mencionaron fechas para esto.

Finalmente, Kathleen Hooke informó que el mecanismo del EPU cuenta con el “firme apoyo de los Estados Unidos” y que además el proceso demuestra que “ninguna nación está por encima de la ley y que todas la naciones son responsables de respetar sus obligaciones de derechos humanos”.