Por: Edgar García

 

Ginebra 27 de enero.- Baltasar Garzón, director de la defensa jurídica del fundador de Wikileaks, Julian Assange, declaró ayer desde el Club Suizo de la Prensa, en Ginebra, que no descarta acciones legales contra el gobierno y la empresa norteamericana. Explicó que tan sólo hace un mes periodistas de Wikileaks fueron notificados que el juez federal estadounidense John Anderson recurrió en 2012 “sin justificación” a Google para obtener todas las informaciones derivadas de sus cuentas de correos electrónicos.

“Google entregó [al Gobierno estadounidense] sin limitaciones ni notificaciones todas las noticias sensibles y privadas de terceras personas sin relación al caso” acusó Garzón mostrando el documento en el que el juez hizo la solicitud a la empresa. Según el abogado, la notificación a los titulares de las cuentas Google, de la entrega de los datos a la justicia, es obligatoria.

Las informaciones proporcionadas por la empresa incluyen correos electrónicos, borradores de los mismos, contactos y direcciones IP a través de las cuales se conectaron a las cuentas los periodistas Sarah Harrison, Joseph Farell y Kristinn Hrafnsson, quienes son objeto de una investigación por presunta conspiración y espionaje. Los autores de estos delitos pueden ser condenados con 45 años de cárcel según un comunicado de Wikileaks.

El defensor de Assange aseguró que este procedimiento es inaceptable y legalmente contestable. El abogado español criticó a Estados Unidos al explicar que la obtención de los datos está en “contradicción con la Cuarta Enmienda a la Constitución” de dicho país, la cual se refiere a la protección contra pesquisas y aprehensiones arbitrarias. Así, el antiguo magistrado español, indicó, examina la posibilidad de entablar un proceso contra Google y el gobierno estadounidense, que fallaron a sus obligaciones.

Google sólo entrega informaciones a las autoridades judiciales del país norteamericano en casos de terrorismo pero “este caso no se trata de terrorismo sino de periodismo” declaró Garzón. Aunque la empresa respetó la ley (Espionage Act, General Conspiracy statute, Computer Fraud and Abuse Act) obedeciendo al juez Anderson, pudo haber usado vías legales para oponerse y asegurar la protección de los datos refiriéndose al Privacy Protection Act de 1980 que “protege a los periodistas y los editores de ser forzados a entregar, en aplicación de la ley, sus trabajos periodísticos y materiales documentales” declaró Wikileaks.

Estos procedimientos esconden una “persecución política”, ilegal, en contra de Julian Assange y los periodistas de Wikileaks, denunció Garzón.

El jurista también se refirió al proceso judicial que afronta Assange en Suecia, país que compareció ayer lunes ante el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU respecto de su situación de derechos humanos. Garzón, quien estuvo presente durante el examen, lamentó que Suecia en ningún momento se refiriera a este caso y agradeció a los Estados que recomendaron al país nórdico resguardar las garantías procesales, particularmente el acceso a la prueba, bajo cualquier régimen de detención. Cuba, Argentina, Uruguay y Nicaragua se manifestaron al respecto durante el EPU de Suecia.

 

Fragmento de la conferencia de prensa ofrecida por Baltasar Garzón en Ginebra

En la actualidad y desde hace 4 años se sigue un proceso judicial secreto en Estados Unidos contra WikiLeaks, sus fundadores, especialmente Julian Assange, y otros miembros de esta plataforma de información.

 

Todos saben cuál es el origen de esta investigación, que no fue otro que la publicación masiva de documentos, en muchos de los casos sensibles, en todo caso que afectaban a Estados Unidos. Desde entonces la suerte de Julian Assange, de alguna forma, estaba echada, y era cuestión que de una forma u otra, iba a ser sometido a procedimiento penal.

 

Es lo que ocurrió con Julian Assange y los hechos que hoy día se le imputan en Suecia, pero de los que curiosamente después de 4 años no hay ni un sólo cargo contra él mismo.

 

Julian Assange estuvo a disposición 5 semanas desde que conoció que se le relacionaba con algunos hechos en Suecia, salió del país con autorización de la fiscalía, estuvo a disposición en Alemania y Gran Bretaña, y sólo posteriormente y de forma absolutamente sorpresiva fue sometido a procedimiento mediante una orden de detención internacional.

 

Quiero decir con esto que siempre ha estado a disposición de las autoridades suecas para aclarar, para declarar y para exponer todo lo que fue requerido para ello, sin que hasta este momento se haya posibilitado esa circunstancia. Desde que en el mes de junio de 2012 se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres, hasta el día de hoy, han sido insistentes las peticiones, no sólo por Julian Assange, sino por sus defensores, por todos y cada uno de nosotros, para que las autoridades suecas indiquen por que razón no quieren tomarle una declaración, un interrogatorio, a Julian Assange, cuando en el 100% de los casos de cooperación jurídica internacional se suele hacer.

 

Desde el 16 de agosto de 2012, Julian Assange disfruta de asilo en la Embajada de Ecuador, asilo político, sin que tampoco hasta la fecha ni Gran Bretaña ni Suecia hayan reconocido ese estatus legal que le confiere inmunidad y que debería haber supuesto la autorización para viajar a Ecuador y enfrentar desde allí los demás cargos judiciales.

 

El caso de Julian Assange se ha convertido en algo que parecía imposible en pleno siglo XXI, se trate de una persona que no puede ser juzgada respetándole su derecho al asilo, parece ser que no quieren que declare, y en definitiva que nos hace como condición indispensable, que renuncie a un derecho para poder salir de la embajada de Ecuador en Londres, lo que es inaceptable.

 

Agradecemos a Ecuador la valentía que tuvo para conceder el asilo político y a partir de ese momento, el equipo jurídico hemos tratado de acudir, a todos y cada uno de los mecanismos nacionales e internacionales para que la justicia actúe en el caso de Julian Assange, pero con unas garantías mínimas que se corresponden a un Estado de Derecho.

 

Mientras tanto tenemos un procedimiento secreto en Estados Unidos, en la Corte del Distrito Este de Virginia, tenemos un procedimiento en Suecia que esta paralizado prácticamente en los últimos 4 años y tenemos el Examen Periódico Universal. Esta mañana hemos asistido al EPU de Suecia en relación al cumplimiento de los estándares de derechos humanos en donde teníamos puestas esperanzas de que se evaluara el presente caso.

 

También simultáneamente como se expondrá a lo largo de esta rueda de prensa, apenas hace un mes tuvimos conocimiento de que las autoridades judiciales norteamericanas, el fiscal, y con una orden del juez federal Andersen, se requirió a Google toda la información relacionada con los correos electrónicos, meta data, y cualquier otro documento incluido en las comunicaciones electrónicas de varios miembros, personas relacionadas con WikiLeaks, que son precisamente los que hoy nos acompañan, Sarah Harrison, Joseph Farrel que no está hoy con nosotros por imposibilidad, y Kristinn Hrafnsson, los tres han visto cómo sus comunicaciones privadas, sus comunicaciones que dicen estar protegidas por la propia Cuarta Enmienda de los Estados Unidos, han sido violentadas sin su conocimiento y sin justificación alguna que lo merite.

 

Agradecemos a los países que en el día de hoy, respetando las normas de cortesía diplomática, han abogado en favor del caso de Julian Assange, en el EPU de Suecia, pidiendo que se tenga acceso a las pruebas, estando en situación de detención, cualquier clase de detención, que haya una cooperación efectiva en los casos en los que una persona está privada de libertad, y concedido un asilo político, y que debe de producirse un desarrollo ágil y eficaz del procedimiento penal.

 

Para terminar esta intervención inicial, tengo que decir que como jurista, como defensor de derechos humanos, estoy inmensamente defraudado por la actitud tanto de Suecia como de Estados Unidos, y de Gran Bretaña también, porque después de 2 años y medio, no hayan encontrado un camino para solucionar este tema a pesar de las peticiones y del interés demostrado, lógicamente por Ecuador, y nosotros obviamente estamos tratando de facilitar cualquier cauce pero sin que eso suponga obligar a Julian Assange a renunciar a un derecho que legítimamente le corresponde como es el derecho al asilo.

 

En el día de hoy he echado de menos en la exposición que los representantes suecos han hecho en el Examen Periódico de derechos humanos, una mención, siquiera una mención, a todos los planteamientos que se le han hecho por varios países sobre debido proceso, sobre agilización de esos trámites, sobre seguridad en el tratamiento de los detenidos, etc., que desgraciadamente se ha omitido.