Por: Diego de León Sagot (Cerigua)

 

Ginebra, 3 de marzo (Cerigua).- La pretensión del país de ser electo como miembro del máximo órgano de derechos humanos de la ONU es “uno de nuestros principales objetivos en el ámbito multilateral”, afirmó ayer en Ginebra el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales, en su alocución durante la primera sesión del año del Consejo de Derechos Humanos.

“Guatemala ha desarrollado una política exterior activa, la cual incluye como prioridad, el fortalecimiento de la promoción y protección de los Derechos Humanos, tanto en el plano nacional como internacional”, indicó el canciller, quien aseguró que ser miembro del Consejo para el periodo 2017-2019, “renovará nuestro compromiso con el sistema de las Naciones Unidas”.

Señaló que de ser electo, el país impulsará iniciativas a favor de los pueblos indígenas, los migrantes y en torno al problema de las drogas; asimismo, promoverá los derechos humanos de mujeres, niños, personas con discapacidad y adultos mayores, así como la libertad de expresión, la erradicación de la discriminación racial y la protección a los defensores de derechos humanos, aseguró Morales.

Durante el denominado segmento de alto nivel en el que dignatarios de todas latitudes trazan las prioridades de su política exterior en materia de derechos humanos, el canciller guatemalteco alentó a la comunidad internacional a que “asuma el compromiso de apoyar los diversos mecanismos creados para evitar continuar en un espiral de violencia”.

“Consideramos una obligación trabajar para prevenir conflictos y fortalecer el sistema de las Naciones Unidas, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos, forjando acciones preventivas que tengan como objetivo permanente, la protección y promoción de los Derechos Humanos y la solución pacífica de conflictos”, indicó.

Respecto de la situación en Guatemala, el funcionario reconoció que el país “también vive un tiempo de cambios” y que los acontecimientos ocurridos desde abril de 2015 –en alusión a las manifestaciones ciudadanas y los recambios de autoridades que ocurrieron–, son “un parteaguas en nuestra historia política”.

“Las serias fallas en el sistema económico, social y político, aunado a la imposibilidad de superar la pobreza y toda clase de segregaciones, causaron que un movimiento pacífico y masivo del pueblo guatemalteco se volcara a las calles para manifestar su indignación y total rechazo a la corrupción, con la demanda de cambios profundos e inmediatos”, dijo.

Asimismo, recordó que este año se conmemora el 20 aniversario del fin del conflicto armado interno; los Acuerdos de Paz “han guiado nuestros continuos esfuerzos por consolidar la democracia, la creación y reforma de leyes, y el desarrollo de políticas y programas nacionales para avanzar en la protección de los Derechos Humanos… estamos comprometidos en seguir trabajando concienzudamente en el cumplimiento de dichos acuerdos”, aseguró.

Según indicó Morales, Guatemala continuará con su política de invitación abierta a los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos –relatores especiales y grupos de trabajo–, para que visiten el país, la cual mantiene desde 2001; sin embargo, no informó respecto de las medidas que se han adoptado para dar cumplimiento con el cúmulo de recomendaciones que han sido formuladas en las 19 ocasiones en las que un relator o un grupo de expertos visitó el país.