Por: Ines Carel

 

Ginebra, 28 de octubre.- Durante una reunión especial del Consejo de Derechos Humanos, con motivo de la visita del presidente de Palestina a Ginebra, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Ra’ad al Hussein, declaró que “el pueblo palestino se merece vivir libre, con dignidad y con pleno disfrute de sus derechos en su propio Estado libre de Palestina”.

El ACNUDH aseguró que la recientemente desatada ola de violencia en la región, durante la cual han muerto 58 palestinos y 11 israelíes, puede conducir como nunca antes “a una catástrofe si no es detenida inmediatamente”. El funcionario de Naciones Unidas subrayó que tanto el uso desproporcionado de la fuerza por parte del ejército y la policía de Israel como los ataques cometidos en contra de sus ciudadanos son injustificados: “sean cuales sean los motivos, la violencia no puede ser la respuesta”.

Si esta crisis es tan peligrosa, explicó Zeid, es porque está alimentada por “el más combustible de los mecanismos emocionales humanos: el miedo”. “Se trata de una confrontación entre pueblos que se temen, que temen los motivos correspondientes del otro, y que, por tanto, temen al futuro”.

En su discurso, el Alto Comisionado se refirió a la situación “supremamente sensible” de Jerusalén del Este, en donde se encuentra Haram Al Sharif o el Monte del Templo, lugar sagrado tanto para cristianos como para musulmanes, que ha sido el epicentro de la violencia que padece actualmente la región.

Allí, indicó Zeid, el miedo es precisamente el motor de un círculo vicioso: “para los palestinos, y los mundos árabe y musulmán, en general, el miedo está centrado en lo que perciben como un incremento de la agresividad en las actitudes de Israel hacia este lugar”. Por otra parte, continuó, el gobierno israelí “teme que los Palestinos estén alimentando resentimiento e ira para incitar a la violencia contra Israel”.

El Alto Comisionado pidió el fin del conflicto y de la violencia. “El temor debe ser eclipsado por la sabiduría”, dijo ante el Consejo y el presidente palestino, Mahamoud Abbas, quien posteriormente se dirigió a este órgano intergubernamental de las Naciones Unidas.

Zeid concluyó diciendo que “el proceso de paz debe ser reactivado con un propósito de resolución sin precedentes” y que la ocupación “que ha causado tanto sufrimiento al pueblo palestino por casi 50 años, generando rabia y resentimiento, debe terminar”.