Por: Carmen Lucía Castaño

 

Ginebra, 15 de junio.- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Ra’ad Al Hussein, presentó su informe ante el Consejo de Derechos Humanos cuya vigesimonovena sesión comenzó hoy 15 de junio en Ginebra.

Durante su intervención, Zeid se mostró impactado por la situación que padecen millones de civiles en las zonas de guerra a lo largo del mundo. Confrontadas a la violencia y a la persecución, aseguró Zeid, las víctimas arriesgan su vida para encontrar un lugar relativamente seguro. “La migración es el síntoma; la causa es la desesperación, luego de que repetidas violaciones de los derechos humanos despojan al individuo de toda esperanza de justicia y dignidad”.

El ACNUDH hizo referencia a la guerra en Siria que ha causado el más grande desplazamiento de personas desde la Segunda Guerra Mundial: siete millones de desplazados y cuatro millones de refugiados. “El país entero se ha convertido en una zona de guerra”, dijo Zeid y recordó que 220 000 personas han perdido la vida en los bombardeos y los combates y que tres de cuatro sirios viven hoy en la pobreza.

Respecto de las consultas que tienen lugar actualmente entre Steffan de Mistura, el Enviado Especial del Secretario General, Ban Ki-Moon, y los actores regionales e internacionales involucrados en la guerra siria, Zeid dijo que espera “profundamente” que allanarán el camino para la paz.

Sobre la situación en Yemen, el Alto Comisionado afirmó estar indignado por el alto número de muertos civiles y por las informaciones que indican el recurso a ataques indiscriminados y desproporcionados.

Así mismo, deploró la deteriorada situación humanitaria que se vive en Iraq y los “despreciables ataques” perpetrados por el autoproclamado Estado Islámico de Iraq y del Levante (ISIL), grupo islamista que tiene presencia además en Siria, Libia y Nigeria y que ha sido calificado como organización terrorista por la ONU, que lo acusa de violar los derechos humanos y de cometer crímenes de guerra.

A propósito de los países víctimas de otros grupos terroristas, como Boko Haram, en Medio Oriente y en África, Zeid recordó a los gobiernos encargados de enfrentarlos que la supresión de los derechos humanos no es una solución, sino una contribución al agravamiento de la situación. “Cuando las fuerzas de seguridad actúan con desprecio por los derechos de los pueblos, tratándolos como enemigos, es en enemigos en lo que pueden convertirse”, sentenció.

El ACNUDH se refirió también a la situación en Palestina y afirmó que la reconstrucción que allí se requiere no es solo física, sino también moral: “el desarrollo, la rendición de cuentas y el respeto por los derechos humanos son un contrapeso contra la violencia y el extremismo”, aseguró Zeid.

 

América Latina

En lo que respecta a Latinoamérica, el Alto Comisionado dijo estar preocupado por la ley 548 de 2014 que autoriza que en Bolivia trabajen de manera legal los niños a partir de 12 años.

Acerca de Venezuela, Zeid manifestó su inquietud por las condiciones de detención de las personas privadas de la libertad por “ejercer pacíficamente el derecho a la libre expresión” y aseguró que deben ser liberadas incondicionalmente.

De la misma manera, mencionó la preocupación que su Oficina otorga al “acoso, las amenazas y la descalificación pública de los defensores de derechos humanos”, especialmente de aquellos que han cooperado con los mecanismos de las Naciones Unidas y de los organismos regionales.

El Alto Comisionado reiteró a las autoridades de Venezuela su disposición para unir esfuerzos con el fin de “asegurar que los derechos humanos de todos los venezolanos sean respetados y para definir una forma positiva de avanzar”.

Por otra parte, Zeid resaltó que el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC continuaran en la mesa de diálogos a pesar de los recientes brotes de violencia que se han desatado desde ambos bandos.

Adicionalmente, destacó el acuerdo alcanzado por las partes en el sentido de establecer una Comisión de la Verdad. “Esto podría ser un factor clave para aportar las bases para una paz sostenible después de medio siglo de conflicto armado” en Colombia, aseguró.

Finalmente, el Alto Comisionado recordó que el mensaje de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es claro: los Estados le deben a su pueblo justicia, igualdad y dignidad. “Si no se lo aseguran y regulan el aparato de gobierno para que responda al interés de unos pocos y reprime a todos los demás, el pueblo puede verse ‘compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión’”, concluyo Zeid citando el texto de la Declaración.