Por: Carmen Lucía Castaño

 

Ginebra, 28 de octubre.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, se dirigió hoy al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el marco de una reunión especial celebrada en Ginebra. Durante su intervención, Abbas pidió a la ONU, en particular al Consejo de Seguridad, “con más urgencia que nunca” el establecimiento de un régimen especial de protección internacional para el pueblo palestino.

En una sala abarrotada en la que no hizo presencia Israel, el presidente de Palestina sostuvo que la situación de los derechos humanos en el Territorio Palestino Ocupado es la más crítica desde 1948. “Esto demanda una intervención fuerte y decidida y requiere la toma de responsabilidad, antes de que sea demasiado tarde, por las Naciones Unidas, sus agencias especializadas y sus Estados miembros”, afirmó.

Tras agradecer a los 137 Estados que hasta el momento han reconocido a Palestina, Abbas saludó los esfuerzos que se han hecho en el sentido de consolidar la participación de la comunidad internacional en el logro de la paz en la región.

El presidente palestino se refirió puntualmente a la posibilidad de que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que “incluya estándares para alcanzar la paz basada en la solución de dos Estados de acuerdo con los límites de 1967 y que fije un cronograma para terminar con la ocupación, bajo supervisión internacional”.

“Ya no es útil gastar tiempo en negociar por negociar: lo que se requiere es el fin de la ocupación de conformidad con las resoluciones internacionales legítimas”, enfatizó el mandatario, quien declaró que la seguridad no se logra con la fuerza y que “solo puede alcanzarse a través del reconocimiento de los derechos del otro”.

Por otra parte, Abbas saludó a los palestinos y los invitó a mantenerse unidos y alerta: “no escatimaremos esfuerzos para defender, proteger y permitir a nuestro pueblo vivir en su patria con libertad, seguridad y bienestar”.

El dignatario se dirigió también a los israelíes: “En estos momentos críticos y decisivos, extiendo una invitación sincera al pueblo de Israel a una paz recta y basada en la justicia que garantice seguridad y estabilidad para todos. Nuestras manos permanecen extendidas para una paz justa que garantice los derechos, libertades y dignidad humana de mi pueblo”.

Finalmente, Mahmoud Abbas pidió a los miembros del Consejo ser “hermanos en humanidad” del pueblo palestino y apoyar la labor de asegurar que sus derechos sean respetados. “Al hacerlo, trabajan por la paz y protegen a Israel de sí mismo y de la arrogancia de su fuerza”.

El presidente se despidió del Consejo reiterando su gratitud. “Que la justicia, la paz y la armonía prevalezcan en mi patria, Palestina”, concluyó.

Esta reunión especial del Consejo, cuyo único antecedente es la que tuvo lugar en 2007 con motivo de la visita de la presidenta chilena Michelle Bachelet, ocurre en el contexto de nuevos y crecientes enfrentamientos violentos, originados al comienzo de octubre en Jerusalén, que han dejado como saldo más de 60 palestinos y 11 israelíes muertos, además de miles de heridos en la Franja de Gaza, Cisjordania e Israel.

Medios locales en Suiza indicaron que, antes del encuentro, el embajador de Israel ante la ONU, Eviatar Manor, expresó su “asombro” por la celebración de lo que consideró “una sesión de cortesía en favor de una persona que no deja de incitar al odio contra Israel”. El diplomático israelí manifestó que la reunión del Consejo, que contó con la presencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, implicaba dar la posibilidad a un “cuasi estado que ni siquiera es miembro de la ONU de atacar a un Estado que sí lo es”.