Ginebra, 14 de septiembre.- El Relator Especial de la ONU sobre verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, Pablo de Greiff, afirmó en rueda de prensa tras la culminación del debate sobre su informe al Consejo de Derechos Humanos, que “uno de los objetivos de establecer medidas de justicia transicional tiene que ver con afianzar la fiabilidad y la confianza de las instituciones del Estado” en contextos donde han ocurrido masivas violaciones a los derechos humanos.

“Todos los intentos por conseguir justicia, reparar a las víctimas, esclarecer lo que ocurrió y garantizar que no va a pasar de nuevo tienen como uno de sus objetivos enviar una señal acerca de que el Estado toma en serio el derecho de las víctimas y por lo tanto, darle credibilidad, fiabilidad, a las instituciones mismas… pero ese es un fin que las medidas pueden lograr sólo si son implementadas de cierta forma” aclaró el experto colombiano.

Como ejemplo, señaló que “un programa de reparaciones no puede ser concebido simplemente como un programa de indemnización… para que algo cuente como tal tiene estar acompañado por la voluntad de reconocer la responsabilidad por las violaciones… si al mismo tiempo está acompañado por todo tipo de trabas y limitaciones a la aceptación de la responsabilidad, obviamente la contribución que pueda hacer a la fiabilidad de las instituciones del Estado queda automáticamente socavada.”

Para de Greiff, quien fue nombrado por el Consejo de Derechos Humanos como el primer relator especial sobre este tema en 2011, las medidas de justicia transicional -verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición-, “no pueden ser concebidas como si fueran parte de un menú del cual uno escoge lo que le gusta y lo que no lo deja por fuera… son medidas que se refuerzan unas a otras… el intento de hacer negociaciones entre las cuatro para asumir una y dejar otras de lado, de nuevo, implica que su contribución al fortalecimiento del Estado queda disminuida.

El experto de la ONU también observa un vínculo importante entre la justicia transicional y las políticas de desarrollo de un país. “En muchos contextos donde se implementan medidas de este tipo hay defícit económicos y sociales severos y por lo tanto surge la pregunta legítima acerca de si en vez de un programa de reparaciones sería mejor implementar uno de desarrollo.”

Para el relator, el desarrollo de un país ya no es simplemente concebido en términos del crecimiento de la infraestructura económica, sino también de la vigencia de cierto tipo de derechos, de la habilidad que los ciudadanos tienen para hacer reclamos; “las medidas de justicia transicional pueden jugar un papel importante en el proceso de darle vigencia a los conceptos de ciudadanía y de derechohabiente… todo esto es asunto de desarrollo y estas medidas se suponen que dan un estímulo y son una demostración de la vigencia de un Estado de Derecho… ese tiene que ser uno de los objetivos perseguidos desde la visión de desarrollo”.

El experto también se refirió al papel de las víctimas en el diseño y la implementación de los programas de justicia transicional. “Su participación es absolutamente fundamental, en parte porque son ellas las que pagaron el precio de las violaciones del pasado, en parte porque la concepción de justicia está atada a otro tipo de expectativas, justificadas, que todos tenemos acerca de cómo proceder, y quienes tuvieron esas expectativas sistemáticamente defraudadas, por supuesto tienen una voz especial en este proceso.”

Sin embargo aclara que “en tanto lo que está en juego es el establecimiento de derechos fundamentales, les atañe a todos… no está bien que éste se convierta sólo en un tema de interés de las víctimas y que la única voz que cuente sea la de este grupo en particular… aquí hay un interés social fundamental.”