La investigación saudí sobre Khashoggi no ha sido de buena fe: experta de la ONU

por | 26-06-2019

La relatora especial informó al Consejo de Derechos Humanos que en la investigación se borraron evidencias y no se han abierto causas contra los principales sospechosos de ordenar el asesinato.

En las investigaciones llevadas a cabo por Arabia Saudita sobre el asesinato de periodista Jamal Khashoggi, “es evidente que hubo un esfuerzo por limpiar datos y oscurecer indicios durante un periodo de más de diez días”, dijo este miércoles en Ginebra la relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, quien publicó la semana pasada un informe en el que señaló la responsabilidad de las autoridades saudíes en el crimen perpetrado en septiembre de 2018.

Al presentar su reporte ante el Consejo de Derechos Humanos, que celebra actualmente su 41. ª sesión, Agnès Callamard indicó que Arabia Saudita tampoco ha investigado la cadena de mando a pesar de que hay pruebas creíbles para indagar por la responsabilidad individual de funcionarios de alto nivel, incluyendo al príncipe, Mohammed bin Salman, y a sus asesores.

“Hay contradicciones entre lo que dice el fiscal, que ha reconocido en una declaración pública que Saud al-Qahtani (consejero de MBS) incitó a que se llevara a cabo la misión antes de enviarla, tildando al señor Khashoggi de ser una amenaza nacional, y esta persona no ha sido enjuiciada”, añadió la relatora de origen francés.

Adicionalmente, informó, hubo más de quince personas que hicieron parte de la operación en la que el periodista fue asesinado y desaparecido en el consulado saudí en Estambul, pero sus nombres y los cargos que enfrentan no han sido publicados. “Los estándares internacionales reconocen que en ciertas condiciones el procedimiento puede realizarse a puerta cerrada, pero no hay condiciones que sean aplicables a este juicio”, precisó.

“Por todo ello, creo que la investigación no puede realizarse en estas condiciones”, dijo la experta, quien reiteró que se ha dirigido repetidamente a las autoridades saudíes, incluso para solicitar ser recibida en una visita, sin obtener respuesta. Además, informó que les envió su reporte dos semanas antes de hacerlo público, pero tampoco recibió ningún comentario.

“Yo estoy comprometida a ayudar a los Gobiernos a modificar sus actitudes, sus políticas, sus prácticas y ciertamente acogería con beneplácito la posibilidad de que Arabia Saudita pudiera llevar a cabo un procedimiento que satisficiera las garantías internacionales. De momento, no creo que sea así y por eso únicamente puedo sugerir mi cooperación”, añadió la experta.

Además de las falencias en el procedimiento penal que adelanta Arabia Saudita, la relatora evocó los otros tres grandes hallazgos de la investigación que adelantó en los últimos seis meses: que el asesinato de Khashoggi fue una ejecución extrajudicial cuyo responsable es el Estado saudí, que fue el resultado de una operación meticulosamente planeada y que no puede juzgarse como un asunto doméstico, sino que, por el modo en que ocurrió, constituye un crimen internacional.

Callamard finalmente se dirigió a los Estados que acogieron con beneplácito su investigación: “quisiera sugerir a los que verdaderamente quieren que se lleve a cabo un procedimiento penal adecuado que formulen una petición oficial a Naciones Unidas para que la recoja el secretario general”, dijo en referencia a su recomendación de que la ONU auspicie una investigación penal internacional capaz de establecer responsabilidades individuales.

“Comparezco ante ustedes luego del asesinato violento de mi Jamal”

Tras la intervención de Callamard y de los Estados miembros y observadores del Consejo de Derechos Humanos, tomó la palabra Hatice Cengiz, la prometida del periodista asesinado. “Quisiera saber quién lo mató, quién dio la orden de hacerlo, dónde está su cuerpo”, dijo ante una sala particularmente concurrida para la presentación de este reporte.

“No solo mi querido Jamal fue asesinado ese día, sino también la democracia, los derechos humanos y las libertades”, aseguró con voz firme la mujer antes de concluir que “la historia tomará nota de aquellos que actuaron por la verdad y de aquellos que no”.

Al finalizar las cuatro horas de la sesión, la relatora especial dijo en declaraciones a la prensa que hasta ahora no ha recibido amenazas contra su vida por la publicación del informe. “En múltiples comunicados públicos Arabia Saudita me ha amenazado con emprender acciones legales en mi contra. Y con respecto a otro tipo de amenazas, tal vez he recibido algunas en línea, pero esas o no las veo o no las entiendo”, concluyó.