Por: Mélanie Belfiore

 

Ginebra, 11 de noviembre.- Entre 1991 y 2015, 17 periodistas fueron asesinados en Paraguay. Siete de estos crímenes fueron cometidos a lo largo de los últimos dos años y medio y todos están impunes. Además del temor a perder la vida, los comunicadores deben enfrentarse a la autocensura, las amenazas, la concentración de los medios de comunicación, los obstáculos legales para conseguir financiación, el narcotráfico y la corrupción. Este es el contexto en el que se ejerce el periodismo en el país suramericano.

Una delegación integrada por miembros de la Red Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX), familiares de periodistas asesinados y el secretario general del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP), Santiago Ortiz, viajó a Ginebra para denunciar en Naciones Unidas la grave situación de la libertad de expresión en la que se encuentra su país.

En declaraciones a Panorama, Ortiz subrayó que la llegada al poder del presidente Horacio Cartes coincidió con el aumento de los crímenes contra periodistas.

Para el SPP, estos asesinatos tienen una “relación directa” con los procesos de infiltración de la política por los narcotraficantes, fenómeno conocido como “narcopolitica”. “El presidente Horacio Cartes apoya abiertamente a la diputada María Cristina Villalba, quien es la madrina política de Vilmar Acosta, el narcotraficante que ordenó la muerte de Pablo Medina en 2014”, aseguró Ortiz. Esa cercanía de Cartes con personas relacionadas con el tráfico de drogas explica que los narcotraficantes “sientan que están en el poder”.

Según Ortiz, la impunidad en la que se encuentran los crímenes de periodistas cometidos en los últimos 24 años “ha permitido que sea tan fácil hoy asesinar a periodistas en Paraguay” y deja como mensaje para el crimen organizado que “pueden seguir haciéndolo: el año que pasó, tuvimos una seguidilla de casos, unos tras otros, que nos demostraba que ellos se sentían realmente libres de actuar sin que pase absolutamente nada”.

Otros fenómenos también alimentaron el deterioro del contexto en el que se ejerce el periodismo en Paraguay. El secretario general del SPP, entidad que defiende y representa legalmente a periodistas en ejercicio, explicó que la concentración de medios en las manos de unas cuantas grandes empresas genera autocensura en los periodistas, lo que los lleva a no adoptar posiciones críticas por miedo a ser despedidos y no volver a encontrar trabajo.

De la misma manera, explicó Ortiz, esta alta concentración altera la pluralidad de la información, puesto que frente “al coro uniforme de los grandes medios” las voces de determinados sectores se escuchan cada vez menos: “por ejemplo, la voz de los pequeños agricultores prácticamente no se refleja”.

La diversidad de la información también se ve perjudicada por la aplicación rígida del marco legislativo de los medios comunitarios que afecta el alcance de las radios y no les permite recaudar ningún tipo de fondo por ser “medios sin ánimo de lucro”.

La suma de todos estos factores significa para el secretario general del SPP que “en Paraguay se está ahogando toda posibilidad de discurso crítico y contestatario”.

La delegación de la que hace parte se reúne actualmente con diplomáticos de diferentes países con el fin de solicitarles que, en el marco del Examen Periódico Universal de Paraguay en enero de 2016, formulen recomendaciones al Estado con miras a proteger a los comunicadores, por ejemplo, que tome todas las medidas necesarias para investigar con celeridad los asesinatos de los 17 periodistas, que garantice la sostenibilidad de las radios comunitarias y que cree una unidad especializada en delitos contra la libertad de expresión.