Por: Gabriela Sotomayor

 

Ginebra, 9 de marzo.- El gobierno de México negó categóricamente que la práctica de la tortura sea generalizada en el país, observación hecha ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por el relator especial contra la Tortura Juan Méndez.

“Deseamos reiterar ante este Consejo que no podemos compartir una aseveración como la que propone el relator en el sentido de que la tortura es una práctica generalizada en el país ya que no corresponde con la realidad», dijo el embajador de México Jorge Lomónaco.

Según el representante permanente de México ante organismos de la ONU las observaciones de Méndez, “no reflejan los enormes esfuerzos que ha desplegado mi país para consolidar en la ley y en la práctica, una cultura de respeto a los derechos humanos los que por cierto,  han sido acompañados en gran medida por las Naciones Unidas». “Esta aseveración tampoco corresponde con el contenido del resto del informe», sostuvo.

Lomónaco destacó que desde la visita del relator a México, éste “ha presentado información sobre catorce casos» y a continuación invitó al relator a “continuar con este ejercicio de documentación a fin de que el Estado pueda asegurar el acceso pleno a la justicia de las respectivas víctimas y fincar responsabilidades de los autores».

El diplomático enumeró varios avances del Estado para erradicar este flagelo, como la obligatoriedad de implementar el Protocolo de Estambul para casos de posible tortura, la reforma al artículo 57 del Código de Justicia Militar y la promulgación de la Ley General de Víctimas. Asimismo,  Lomónaco hizo mención de la iniciativa de ley para expedir leyes generales en materia de Tortura y de Desaparición Forzada.

Al presentar su informe ante el Consejo de Derechos Humanos sobre la visita que realizó entre el 21 de abril y el 2 de mayo del año pasado, El Relator Especial recomendó al gobierno de México reconocer públicamente la dimensión de este flagelo que aqueja al país y la magnitud de impunidad que conlleva.

“La clave para la erradicación de la tortura y los malos tratos en México, y en otros lugares para el caso, es el reconocimiento de que hay un problema», afirmó Méndez al intervenir ante el Consejo.