Por: Carmen Lucía Castaño
Ginebra, 30 de septiembre.- La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó hoy en Ginebra su informe sobre las atrocidades cometidas por Boko Haram en Camerún, Chad, Níger y Nigeria. “Aunque la gran mayoría de las víctimas puede ser atribuida a Boko Haram”, dijo el representante de la Oficina ante el Consejo de Derechos Humanos, “también recibimos información de presuntas violaciones del derecho internacional humanitario por agentes estatales”.
El informe es el resultado de una investigación hecha por oficiales de derechos humanos de la OACNUDH en los cuatro países afectados por Boko Haram. Fue precisamente allí donde los funcionarios de la Oficina recopilaron los testimonios que dan cuenta de graves infracciones al derecho internacional humanitario por parte de fuerzas militares y de milicias, entre las que se encuentra la práctica de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura y tratamientos crueles, inhumanos o degradantes. “La gravedad de estas acusaciones requiere investigaciones rápidas e independientes por parte de las autoridades nacionales”, recalcó OACNUDH.
El representante de la Oficina manifestó también la preocupación que causó la ejecución de diez presuntos miembros de Boko Haram el pasado 29 de agosto en Ndjamena, capital administrativa de Chad, ubicada en el centro oeste del país africano. “Si bien los Estados deben emprender medidas para proteger a su población, los urjo a asegurar que la legislación antiterrorista acate los principios internacionales incluyendo el debido proceso, la legalidad y la proporcionalidad”.
Como parte de las pesquisas en el terreno, los investigadores hicieron más de 350 entrevistas confidenciales con víctimas y testigos de las violaciones a los derechos humanos perpetradas por Boko Haram y que incluyen asesinatos, violaciones, vinculación de niños en las hostilidades y tortura. Algunos de estos actos, señaló la OACNUDH, “por su naturaleza y escala podrían constituir crímenes de guerra”.
En informe indica, además, que los ataques de Boko Haram han producido el desplazamiento de más de dos millones de personas en la región del lago Chad, ubicado en la frontera de los cuatro Estados tocados por la violencia del grupo armado.
El representante de la OACNUDH agradeció a los Estados concernidos por la cooperación brindada al equipo de trabajo y señaló que la paz en la zona no se alcanzará recurriendo de manera exclusiva al poder militar, por lo cual hará falta asegurar un proceso de justicia transicional “que incluya reparaciones para las víctimas y sanción para las peores atrocidades cometidas por todas las partes”.
De igual manera, les pidió dar una solución “urgente y compasiva” a las mujeres que hoy se encuentran embarazadas como consecuencia de abusos sexuales perpetrados por miembros de Boko Haram.
En el momento de tomar la palabra como Estado concernido, Camerún dijo lamentar que el informe “se hubiera hecho eco de acusaciones a menudo exageradas y carentes de fundamento” que provienen, según lo expresó, de ONG que por un lado exigen más protección para la población y, por otro, se quejan de un “supuesto uso excesivo de la fuerza” por parte de las fuerzas armadas.
El Estado pidió al Consejo no poner en igualdad de condiciones a “una nación civilizada y a una horda de bárbaros”.
Chad explicó que la condena y ejecución de los diez integrantes de Boko Haram fue “una medida excepcional” que se tomó porque “los actos cometidos crearon una psicosis en la población” y porque los reos confesaron su participación en atentados y afirmaron que “de ser liberados cometerían actos similares”. El Estado aseguró que la reforma al código penal que está en curso prevé la supresión de la pena de muerte.
Nigeria aseguró que su campaña antiterrorista se hace en coherencia con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Igualmente, sostuvo que sus fuerzas armadas cuentan con un “robusto mecanismo interno de disciplina” capaz de detectar y sancionar toda infracción al derecho internacional humanitario con cuyos “más altos estándares” están comprometidos en tanto “fuerza profesional y disciplinada”.
Níger, por su parte, no estuvo presente en la sala.
La investigación y el informe se hicieron en cumplimiento de lo dispuesto en la Resolución S23/1 que el Consejo de Derechos Humanos aprobó en sesión extraordinaria el pasado 1 de abril. En ella, además de condenar las atrocidades de Boko Haram, el Consejo le solicitó a la OACNUDH realizar el informe y presentarlo durante su trigésima sesión, que tiene lugar actualmente en Ginebra.