Por: Carmen Lucía Castaño
Ginebra, 29 de julio.- Representantes de las Naciones Unidas enviarán una comunicación al Estado colombiano para manifestar su preocupación por el hostigamiento del que es víctima la Comunidad de Paz, acusada por miembros de la fuerza pública de tener vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La denuncia fue interpuesta por el líder de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, Gildardo Tuberquia, quien visitó la sede del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Ginebra. El colombiano puso en conocimiento de la ONU los señalamientos que Germán Rojas Díaz, coronel de la Brigada XVII del Ejército de Colombia, continúa haciendo en contra de la Comunidad, y en particular de su representante legal, Germán Graciano.
Tuberquia denunció que, a través de medios de comunicación regionales y nacionales, el militar está difundiendo versiones según las cuales Graciano «es un bandido de las FARC que se mueve por distintas veredas» de la zona del departamento de Antioquia en donde se encuentra ubicado el municipio de San José de Apartadó.
Los señalamientos del coronel Rojas Díaz ocurren a pesar de que la Comunidad, que no admite la presencia de actores armados en su territorio, está protegida por medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de que, el 10 de diciembre de 2013, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, pidió perdón en nombre del Estado colombiano por los señalamientos y atropellos de los que sus miembros han sido víctimas.
En esa ocasión, el mandatario colombiano hizo además una retractación pública de las acusaciones que vinculaban a los pobladores con la guerrilla de las FARC y reconoció a la Comunidad de Paz como defensora de los derechos humanos.
En diálogo con Panorama, Gildardo Tuberquia precisó que, por la fuerte presencia de grupos paramilitares en la zona, los señalamientos del militar ponen en peligro la vida de Graciano quien ya ha sido víctima de todos los actores del conflicto.
«Él es la persona que más familiares asesinados tiene: en 18 años que llevamos como Comunidad de Paz, militares y paramilitares le han matado a diez miembros de su familia. Y la guerrilla, a otros tres», recordó el líder campesino quien subrayó que resulta paradójico que miembros de la fuerza pública se ensañen contra la población civil en momentos en los que el gobierno colombiano lleva a cabo un proceso de negociación con las FARC, con miras a poner fin a más de 50 años de conflicto armado en el país.
En ese contexto, Tuberquia resaltó que para los miembros de la Comunidad de Paz es inaceptable que la estigmatización y la violencia que han padecido queden impunes: “En la actualidad lo que se ve es que hay mandos militares que están siendo ascendidos cuando han masacrado gente inocente. Nosotros queremos que haya castigo para todos los responsables porque mientras estén libres van a seguir con sus fechorías en contra de nosotros”, concluyó.