Estados y expertos resaltaron en la ONU el papel de la educación en la lucha contra la trata de personas

por | 29-09-2016

En el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se llevó a cabo un evento paralelo en el que destacó la importancia de la educación, especialmente de las niñas, para prevenir la trata de personas.

En un evento paralelo a la 33.ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se puso de relieve que la educación es clave para la prevención de la trata de personas en todo el mundo, especialmente en el caso de las niñas y las mujeres. Los panelistas que intervinieron en la discusión coincidieron en que la educación de las niñas es una de las inversiones más inteligentes que un país puede hacer y un paso importantísimo para interrumpir el negocio multimillonario de los traficantes de seres humanos.

En dicha reunión, convocada por China, Australia, Vietnam, Filipinas e Indonesia, con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones, se destacó que, aunque la Convención de la ONU contra la Delincuencia Transnacional Organizada y sus Protocolos proporcionan desde 2003 un marco legal para luchar contra el tráfico de personas, la cifra de mujeres menores de edad víctimas de la trata no ha dejado de aumentar: según datos de la OIM, en 2014 el 49 % de las víctimas de este delito fueron niñas y adolescentes.

Los panelistas que acudieron al evento coincidieron en que la educación de las niñas es crucial para combatir la trata de personas porque les proporciona las herramientas adecuadas para la reinserción en el caso de ser víctimas. Una educación de calidad las haría menos vulnerables económicamente. Por el contrario, los menores de edad que no acceden a la escuela o que tienen bajo rendimiento académico son más propensos a caer en las redes de la explotación sexual y laboral.

Cabe recordar que, desde una perspectiva de derecho, la educación es un derecho humano fundamental, esencial para el ejercicio de otros derechos, y particularmente útil en ayudar a las mujeres a superar los límites sociales opresivos y, por lo tanto, a decidir libremente acerca de sus vidas.

Así se habló en el panel

Durante el evento, una de las intervenciones más destacadas fue la de la embajadora de Filipinas ante la ONU en Ginebra, Cecilia Rebong, quien hizo un repaso de las medidas que el Gobierno filipino ha tomado para la prevención de la trata. Entre ellas se encuentran un programa de orientación antes de que los trabajadores migren, y otro en el que reciben una orientación en el país de destino.

Según Rebong, hay ocho millones de filipinos trabajando fuera de su país y una gran mayoría son mujeres. El Estado ha firmado acuerdos bilaterales con los países de destino de estos trabajadores para que se les respeten las horas de trabajo, los periodos de descanso y no se les retire el pasaporte. Además, se imparten cursos de capacitación en las instituciones gubernamentales de zonas aisladas donde el riesgo de la trata es más elevado.

Durante el panel también tomó la palabra el embajador de Indonesia ante la ONU en Ginebra, Triyono Wibowo. El diplomático destacó que para prevenir la trata de personas es necesario fortalecer el marco legal y fomentar la cooperación tanto nacional como internacionalmente. En cuanto a la educación, el funcionario mencionó la importancia de promover políticas de apoyo y formaciones en las regiones de donde proceden los trabajadores migrantes.

Por su parte, el experto de la OIM Mathieu Luciano, expuso que la prevención debe ser integral y subrayó la importancia de aprender de las intervenciones que se han hecho en el pasado para discernir si estas fueron efectivas o si, por el contrario, es necesario reformularlas. El experto destacó también el rol que desempeñan las campañas de sensibilización en la lucha contra este delito.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU cuenta con una Relatora Especial sobre la trata de personas, quien se encarga de monitorear la situación de las víctimas, hace visitas a los Estados afectados y formula recomendaciones para prevenir y eliminar la trata. Desde 2014, la italiana Maria Grazia Giammarinaro es la titular de ese mandato. El informe que presentó al Consejo en junio pasado está disponible en este enlace.