Por: Gabriela Sotomayor

 

Ginebra 16 Octubre.- El Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos Zeid Ra’ad Al Hussein afirmó que a medida que el ébola arrasa vidas humanas a una escala inmensa, «su potencial de devastar los derechos humanos de los que sobreviven, de países y regiones enteras, apenas se está considerando», afirmó. 

En la primera rueda de prensa que ofrece el Alto Comisionado a seis semanas de ocupar su cargo, afirmó que los derechos humanos alrededor de esta catástrofe sanitaria no han sido tomados en cuenta por quienes tratan de contenerla.

Consideró que durante la epidemia del ébola que afecta principalmente a Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia «se ha subestimado la importancia fundamental de los derechos humanos, en particular el derecho a la salud, a la educación, a la sanidad, al desarrollo y al buen gobierno».

«Los derechos humanos no son un ideal aireado», afirmó Zeid. «Abordan las epidemias y amenazas similares a la vida de manera muy directa. Los derechos humanos pueden prevenir la enfermedad y también pueden ayudar a curar la enfermedad», argumentó. 

«Es de vital importancia que los derechos humanos se integren en la respuesta a esta tragedia terrible, porque sólo una respuesta que se basa en el respeto a los derechos humanos tendrá éxito en sofocar la epidemia», agregó.

Para Zeid el ébola prospera en la intersección de la pobreza crónica, con la falta de servicios públicos adecuados y los fracasos de la confianza pública en las autoridades. «Debería ser obvio que toda respuesta debe abordar esos puntos», inquirió.

Además enfatizó que se debe que tener cuidado con el uso del «nosotros» y el «ellos», una mentalidad que encierra a las personas en grupos de identidad rígidos y reduce a todos los africanos – o todos los africanos occidentales, o algún grupo más pequeño, nacional o local – a un estereotipo.

A medida que la comunidad internacional acelera su asistencia médica, agregó, también es vital que cada persona contagiada con el ébola sea tratada con dignidad y no sea estigmatizada. Para Zeid la estigmatización que enfrentan los sobrevivientes del virus letal también impulsa a la gente que necesita tratamiento a la clandestinidad, lo que reduce sus posibilidades de recuperación y expone a otros a la epidemia.

Anunció que su oficina está elaborando directrices sobre la cuarentena, ya que, si se impone forzada e imprudentemente, puede muy fácilmente no sólo violar una amplia gama de derechos humanos, sino también acelerar la propagación de enfermedades como el ébola.

Según la Organización Mundial de la Salud en esta semana se cruzará la línea de los 9 mil casos incluyendo 4 mil 500 muertes a consecuencia de la fiebre hemorrágica para la que todavía no se encuentra cura ni vacuna.