Por: Diego de León Sagot, Corresponsal

 

Ginebra, 6 de mayo (CERIGUA).- Los abogados Florian Baier y Giorgio Campa, encargados de la defensa del exjefe de la policía guatemalteca Erwin Sperisen, presentaron por más de cinco horas sus alegatos finales para solicitar a la Cámara Penal de Apelación y Revisión, encargada de conocer el proceso judicial en segunda instancia, la absolución de su cliente y la reparación por los daños causados a él y a su familia por permanecer en prisión desde el 31 de agosto de 2012 a la fecha.

Para el equipo de la defensa del exfuncionario guatemalteco, quien enfrenta proceso judicial en Ginebra por motivo de su nacionalidad suiza, “el gran problema de este juicio es la avalancha de información contradictoria”, que en su opinión forma parte del extenso expediente del proceso; “no lo digo yo, sino lo dice la justicia austriaca”, afirmó el abogado Baier, en alusión al juicio que se siguió en contra de Javier Figueroa, quien fue el Subdirector de la PNC en tiempos de Sperisen.

En reiteradas ocasiones la defensa trajo a colación aspectos relacionados con el juzgamiento de Javier Figueroa en Austria, como argumento de descarga de las imputaciones contra Erwin Sperisen; Figueroa, quien en 2007 obtuvo refugio político en el país alpino, fue sometido a proceso judicial por los mismos hechos que se le imputan en Ginebra al exjefe de la policía.

Seis de los ocho miembros que integraron el jurado lo declararon libre de responsabilidad por las siete ejecuciones ocurridas en la cárcel Pavón, el 25 de septiembre de 2006; Figueroa fue uno de los testigos aportados por la defensa de Sperisen, tanto en el marco de la instrucción de la investigación a cargo del procurador Yves Bertossa, como durante las audiencias ante el Tribunal Criminal de Ginebra, en mayo y junio de 2014, instancia que condenó a cadena perpetua al exjefe de la policía.

Durante sus alegatos, la defensa de Sperisen insistió en demostrar que el día del operativo en Pavón hubo resistencia armada de los detenidos frente a las fuerzas del orden; según Baier y Campa, en un vídeo que presentaron como prueba en el proceso se demuestra la detonación de varios disparos desde la prisión, lo cual se comprobaría con la supuesta existencia de fotografías de armas incautadas durante el operativo.

El abogado Baier no escatimó en inculpar al entonces jefe de investigaciones de la PNC, Víctor Soto Diéguez, y al asesor del Ministerio de Gobernación, Víctor Rivera, de haber sido quienes “atacaron la prisión y provocaron la muerte de los detenidos”; Soto Diéguez guarda prisión en Guatemala tras haber sido condenado por estos hechos a 33 años de reclusión, en tanto Víctor Rivera fue asesinado en junio de 2008.

Por su parte, los abogados de la querellante adhesiva al proceso, María del Socorro Vásquez, madre de uno de los abatidos en Pavón, reiteraron durante sus alegatos finales la responsabilidad de Sperisen en los hechos acaecidos en la prisión y contrargumentaron la teoría de la defensa respecto a que ese día hubo intercambio de disparos entre los detenidos y la policía.

“Es imposible pensar que a estas instancia la defensa nos intente explicar la teoría de la confrontación… un abogado defensor se atreve hoy a levantarse durante una hora para explicar que hubo un intercambio de tiros”, exclamó Alec Reymond, abogado de la parte querellante; “intentan darle una apariencia de complejidad que no existe”, prosiguió, al concluir que la responsabilidad de Sperisen “deriva simplemente del hecho, que es lógico, que él no puede ser ajeno a esta situación, porque él era el jefe, él dio las órdenes, él mato”.

“No hay refugio en nuestro país para asesinos”, dijo Reymond y apeló al Tribunal que los asesinatos en Pavón “son crímenes contra la humanidad, ni más ni menos, que no pueden ser juzgados en el propio sistema, en el régimen en el que fueron cometidos… tenemos un deber internacional con relación a estos crímenes internacionales”, concluyó.