Por: Edgar García
Ginebra, 3 de junio.- Durante el segundo día del examen de Venezuela ante el Comité de los Derechos Económicos, sociales y culturales, los expertos no quedaron satisfechos de las informaciones proporcionadas por la delegación venezolana en cuanto el alto nivel de corrupción en el país. Además, el tono subió entre el experto colombiano Uprimny y el jefe de la delegación venezolana Ricardo Menéndez cuando se abordó el tema de la guerra económica de la cual es víctima el país caribeño, según este último.
En cuanto a las preguntas del Comité sobre la situación de la corrupción en el país, el jefe de la delegación, el vicepresidente y ministro del Poder Popular para la Planificación, Ricardo Menéndez, informó que la lucha contra la corrupción es “una posición del Estado venezolano y del Jefe de Estado”. Además, destacó la solicitud del presidente Nicolás Maduro sobre el “desarrollo de las leyes habilitantes” que tiene “poderes especiales para legislar sobre la materia”; así como de las dos instancias nacionales que están a cargo de luchar contra el fenómeno, a saber la Contraloría General de la República y la Fiscalía.
El jefe de la delegación explicó que esas dos instancias son “soberanas, autónomas e independientes”. Informó que la Contraloría ha decidido sobre “920 inhabilitaciones que se han tenido por caso vinculados a irregularidades del punto de vista administrativo”, sin embargo, las decisiones de inhabilitación no se toman desde ”el punto de vista de la ideología o de preferencias políticas” ya que “hay casos de alta investidura, como el de ex miembros del gabinete nacional” o de gobernadores de Estados y funcionarios medios que están “detenidos y procesados” en distintos tribunales del país, según Menéndez.
El experto polaco Zdzislaw Kedzia mostró su preocupación por la situación del país en cuanto a la corrupción, al recordar que según el índice internacional de corrupción, elaborado por Transparencia Internacional, Venezuela “ocupa el lugar 161 de 175 Estados… es un indicador preocupante” asimismo estimó que “al país, aún le queda mucho camino por recorrer”.
Así, Kedzia puso en duda la independencia de las instancias que se encargan de la lucha contra corrupción debido a que “80% de los fiscales son provisionales o no electos de acuerdo con la norma legislativa” y en cuanto a los jueces “70% son temporales o provisionales”. De igual manera, declaró que la delegación no había respondido sobra la protección de denunciantes, periodistas, testigos y jueces.
El tono del debate subió cuando se abordaron las “agresiones” económicas de la cuales el país es “víctima” según la delegación. Ricardo Menéndez explicó que pese “al sabotaje petrolero” a través del cual el país perdió 15 mil millones de dólares, al Golpe de Estado y ahora la “guerra económica”, la curva de ingresos (incrementos salariales) supera la curva de la canasta alimentaria desde 1999, es decir desde el comienzo de la Revolución Bolivariana.
Por su parte, el experto colombiano Rodrigo Uprimny, declaró que no entendía el concepto de “guerra económica”. De igual modo, estimó que “con todo respeto, pareciera que cuando hay progresos sociales, eso es gracias a que la Revolución funciona, pero cuando hay problemas es porque hay guerra económica”. Para Uprimny, el pretexto de guerra económica, genera dificultad al Comité para evaluar las políticas públicas.
A su vez, Menéndez respondió que el experto colombiano estaba haciendo “juicios valorativos” y era “profundamente delicado” de hacerlos en un “espacio importante” como lo es el Comité. Así exigió “un respecto profundo por el pueblo venezolano y a la autodeterminación del pueblo”.
El Comité presentará sus conclusiones y recomendaciones finales sobre Venezuela el próximo 19 de junio, las cuales estarán orientadas a hacer avanzar al país en la implementación del Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales; por su parte, Venezuela deberá comparecer y dar cuenta de sus avances en su próxima comparecencia, que de acuerdo con los plazos establecidos en el instrumento internacional, tendrá lugar dentro de cinco años.