“Con las FARC se avanzó en la participación de las mujeres en la negociación de la paz”: líder social colombiana

Durante su visita de 2 días a Ginebra, Angélica Beltrán Pineda, coordinadora nacional de la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública y miembro del Congreso de los Pueblos, habló con Panorama sobre el papel de las mujeres en el conflicto armado, el proceso de paz y el posconflicto en Colombia y narró la experiencia de ser defensora de derechos humanos en un país donde a lo largo de 2017 han sido asesinados más de 80 líderes sociales.

¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en el conflicto armado en Colombia?

Históricamente las mujeres siempre han estado en condición de opresión con relación al género masculino en nuestro país. Esto ha generado que nosotras vivamos de una manera particular todas las situaciones que se dan en la sociedad: el desempleo, la pobreza, la violencia de los actores armados, entre otros factores. Por ejemplo el conflicto armado ha tenido una incidencia muy marcada sobre nuestros cuerpos: un arma de guerra siempre ha sido utilizar la violencia sexual como forma de amenaza y de generar miedo en toda la comunidad y en nuestras familias.

¿Cuál ha sido el rol de las mujeres en el proceso de paz con las FARC?

Con las FARC se desarrolló un avance muy importante frente a la participación de las mujeres en la negociación del conflicto armado en relación con otros procesos en el mundo. Se logró crear una subcomisión de género que pudiera transversalizar algunos puntos en el acuerdo final.

Además, estamos impulsando la participación de las mujeres en una alta instancia de comisión de verificación del enfoque de género en los acuerdos. También seguimos disputando el poder de influencia  del enfoque de género y la participación de las mujeres en diferentes escenarios como el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), los consejos de paz y otras instancias que se ha generado de la mano con los acuerdos con las FARC.

¿Y con el ELN?

Los diálogos que se están desarrollando con el ELN son una gran oportunidad para las mujeres debido a que uno de los seis puntos que se están discutiendo es sobre la participación de la sociedad civil. Por lo que cuando la sociedad haga las propuestas de cuáles son los puntos que considera que los dos actores deben plasmar, las mujeres también participaremos en este debate. Para nosotras este escenario de diálogos es particularmente importante  porque nos permite discutir las causas que dieron origen al conflicto armado.

Ahora hay dos grandes avances con las negociaciones que se están dando con el ELN: el cese al fuego que se pactó con una duración de 102 días y las audiencias preparatorias que se van a desarrollar por parte de sectores sociales con el Gobierno y el ELN en las cuales nosotras podremos proponer formas de participación en el marco del primer punto de los acuerdos.

Dentro del marco de los acuerdos con el ELN, ¿cuáles son los siguientes pasos desde la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública?

Para nosotras es fundamental enfocarnos en dos elementos. El primero es hacer una pedagogía para la paz: es fundamental informar a la sociedad colombiana lo que está sucediendo en estos diálogos. Y el segundo es en el marco de la participación política: que las personas se vean reflejadas en los acuerdos que se están haciendo y no sean excluidas.

¿Qué cambio buscan generar en Colombia en cuanto a la participación de las mujeres?

Queremos que se cree un proyecto nacional que genere condiciones de equidad para los hombres y las mujeres en armonía con la naturaleza, en el cual se reconozcan los mismos derechos para toda la población. Es decir, actualmente tenemos un horizonte de igualdad de derechos, pero tenemos que reconocer que esto no existe.

¿Cuál ha sido su experiencia como mujer defensora de derechos humanos y de izquierda en un país como Colombia?

Yo creo que ha sido el mejor camino que he podido tomar en la vida porque ha sido una posibilidad de crecimiento muy amplio. Como dice Marx, hay que transformarnos a nosotros mismos para transformar el mundo, y hay que cambiar el mundo para transformarnos a nosotros mismos. Cuando se asume en realidad esa postura de transformación es imposible que eso no afecte la vida de las personas.