Por: Carmen Lucía Castaño
Ginebra, 9 de marzo.- En el marco de la vigésima octava sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, organizaciones mexicanas como el Consorcio Oaxaca, la Organización Campesina de la Sierra del Sur y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) denunciaron el clima de hostilidad y violencia en el que deben llevar a cabo su trabajo defensoras y defensores de los derechos humanos en México.
“Estamos aquí para denunciar que el gobierno mexicano está fallando en materia de protección de defensores de derechos humanos”, afirmó Yésica Sánchez, directora adjunta del Consorcio para el Diálogo y la Equidad Oaxaca (Consorcio Oaxaca). “También queremos externar la preocupación por la mayúscula crisis de derechos humanos que se vive en el país y que la ONU ponga sus ojos allá para que podamos salvarlo”, añadió.
Sánchez señaló que la crisis que actualmente vive México es un buen escenario para crear mecanismos de control y vigilancia de la política nacional en derechos humanos “para que sea una política real, y no una de leyes vacías y de instituciones sin presupuesto ni personal de las que solo queda el membrete”, dijo.
Por su parte, Norma Mesino, miembro de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), indicó que el objetivo de la visita es dar a conocer “que el gobierno mexicano nos niega el derecho a la justicia”. En su caso, las medidas cautelares necesarias para proteger su vida solo le fueron concedidas después de ser ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “Queremos que la comunidad internacional se fije en México y que exhorte al gobierno a cumplir con los derechos humanos”, agregó.
Ambas mujeres coincidieron en que los defensores, los activistas sociales e incluso los periodistas en México no tienen garantías para hacer su trabajo por la manera en que es percibido por el gobierno: “defensor o defensora que denuncia la crisis es enemigo del Estado y entonces se nos da un tratamiento de delincuencia organizada, de revoltosos, de desestabilizadores del país”, señaló Sánchez quien reivindicó “el derecho a defender los derechos humanos”.
La directora de incidencia de la CMDPDH, Olga Guzmán, explicó las razones para elevar estas denuncias en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU: “la Comisión hace incidencia en varias organizaciones internacionales y era muy importante estar durante la presentación del informe de visita a México del Relator Especial sobre la Tortura, en el cual afirma que esta práctica en el país es ‘sistemática y generalizada’”, sostuvo.
Adicionalmente, Guzmán indicó que el contexto actual de su país es propicio para llamar la atención de la comunidad internacional, en particular después de la desaparición forzada de 43 estudiantes en Iguala en septiembre del año pasado. “La política exterior mexicana nunca había sido tan cínica: nunca antes había pasado que desconocieran los esfuerzos, las recomendaciones de organismos internacionales y de la sociedad civil” dijo Guzmán a Panorama. Por esa razón, decidieron seguir “con el dedo en el renglón” para señalar que las declaraciones de las delegaciones mexicanas “no coinciden mucho con la fotografía real del país”.
Las defensoras participaron esta mañana en un evento en la sede de la ONU en Ginebra para exponer su situación. En él también estuvo presente el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre defensores de derechos humanos, Michel Forst, quien presentará hoy y mañana su informe anual de actividades ante el Consejo de Derechos Humanos.
Durante el evento se lanzó oficialmente la campaña liderada por la CMDPDH llamada “#HazQueSeVean”, una iniciativa que busca dar a conocer las historias de 40 defensoras de los derechos humanos en México a través de la divulgación semanal de la experiencia de cada una de ellas. El objetivo de la campaña es darles visibilidad y contribuir a la seguridad en el ejercicio de sus labores y forma parte de “la estrategia de incidencia que tenemos frente al Consejo”, explicó Guzmán.