El plan regional de la ONU para atender a migrantes venezolanos está desfinanciado
El programa de la Organización Internacional para las Migraciones y la agencia de la ONU para los refugiados solo ha recibido la mitad de la plata que empezó a pedir hace más de diez meses.
El 14 de diciembre de 2018, Eduardo Stein, representante especial de la ONU para los migrantes y refugiados venezolanos, anunció en Ginebra el lanzamiento del programa diseñado por las agencias especializadas de la organización para atender a esta población migrante.
El Plan Regional de Respuesta para los Refugiados y Migrantes de Venezuela consistía en ayudarles a los países latinoamericanos y del Caribe a ofrecerles a los migrantes venezolanos bienes y servicios básicos, protección contra la violencia y la explotación y facilidades para su integración socioeconómica.
Casi once meses después, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) solo han podido recaudar 355 de los 738 millones de dólares que estimaron costaría este plan al que Stein se refirió, en aquel entonces, como “una carrera contra el tiempo por la naturaleza, alcance, ritmo y complejidad de este fenómeno de desplazamiento humano”.
Especialistas de la ONU, incluido el representante especial Stein, estiman que las necesidades financieras para 2020 podrían, incluso, duplicarse.
En agosto pasado, cuando los números del plan estaban todavía más en rojo, Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los refugiados, dijo en Brasil que “esta es una de las crisis más grandes y peor financiadas del mundo”.
Este miércoles, en el mismo recinto en el que hiciera el lanzamiento del plan, el representante Stein anunció oficialmente, junto con el embajador de la Unión Europea ante la ONU en Ginebra, que este grupo de países de Europa, la Acnur y la OIM llevarán a cabo una Conferencia Internacional de Solidaridad con los migrantes y refugiados de Venezuela.
Aunque la conferencia, que tendrá lugar en Bruselas los próximos 28 y 29 de octubre, no tiene por objetivo recaudar fondos, sí será una oportunidad para crear conciencia en los actores internacionales acerca de la situación de los migrantes y de las necesidades que enfrentan los países latinoamericanos y del Caribe para poder acogerlos con la dignidad que merecen todas las personas en busca de protección internacional.
Algunas cifras del plan
Según las cifras actualizadas del presupuesto del plan, el mayor donante sigue siendo Estados Unidos, seguido por la Comisión Europea, Canadá, Alemania y Japón.
El mayor receptor individual es Colombia, tal como estaba previsto desde el diseño del plan. Sin embargo, el país solo ha recibido el 59 % de los 315 millones de dólares que inicialmente se estimó necesario aportarle para cubrir las necesidades de atención de población migrante en 2019. Después de Colombia, los mayores receptores son Perú, Ecuador y Brasil.
El área de intervención para la que se han destinado más recursos es la asistencia de emergencia. Para proyectos de integración, por otro lado, solo se ha destinado el 9 % de los recursos inicialmente previstos.
Casi cinco millones de personas habrán salido de Venezuela para el final de 2019
Según la cifra oficial, desde 2015, 4.5 millones de personas han salido de Venezuela. Sin embargo, esta cifra solo incluye a quienes han abandonado el país por los puntos de control migratorios, de manera que no contabiliza a quienes lo hicieron por los incontables pasos irregulares. Los especialistas de las agencias de la ONU aseguran, por lo tanto, que la cifra real de migrantes puede ser mucho más alta.
De acuerdo con ellos, entre 3000 y 5000 personas salen diariamente del país. Esto significa que, al final de 2019, estaríamos hablando de casi cinco millones de migrantes provenientes de Venezuela.
Al respecto, y pensando en el panorama para el próximo año, Stein, siempre prudente a la hora de establecer pronósticos, dijo a los periodistas presentes en el anuncio de la conferencia de Bruselas que es necesario que los países de acogida estén preparados porque, incluso si la situación interna de Venezuela se resolviera hoy, las personas que quisieran regresar tardarían por lo menos otros dos años en hacerlo, según indica la experiencia de otros lugares del mundo.
El representante especial también pidió tener en consideración que entre los migrantes que hoy se cuentan hay muchas personas de otras nacionalidades, en especial colombianas, que piensan establecerse de nuevo en sus lugares de origen, lo cual también implicará un esfuerzo financiero adicional para los países concernidos.
Finalmente, hizo énfasis en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de las comunidades de acogida para que la integración de los migrantes no sea un factor de rechazo. Para hacer esa inversión, los países también seguirán necesitando de la cooperación internacional.