Ginebra, 15 de septiembre.- Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, declaró hoy en Ginebra a Panorama Diplomático, luego de intervenir en un evento paralelo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que por intermedio del Papa Francisco se ha logrado la colaboración de la Conferencia Episcopal de Argentina en la búsqueda de niños y niñas que fueron dados en adopción ilegal y cuyos padres están desaparecidos desde la época de la dictadura en Argentina.

“Nosotros tenemos ahora una relación excelente con el Papa, que es argentino, y a través de él con la jerarquía de la iglesia de Argentina… estuvimos hace unos días atrás con Monseñor José María Arancedo, quien es el jefe de la Conferencia Episcopal… han hecho un spot (anuncio) visible donde dice que la Iglesia se compromete a decirle a sus feligreses que colaboren y digan lo que saben, si saben dónde hay un nieto o dónde hay una tumba clandestina… ese es un logro de los últimos días” reveló de Carlotto.

También aprovechó para manifestar su agradecimiento a Naciones Unidas “porque nos recibieron año tras año escuchándonos y apoyándonos… aún tenemos la ayuda del Fondo para las víctimas de la tortura, el cual nos permite ofrecer apoyo psicológico a los nietos que vamos encontrando o a sus familias” agregó.

Al mismo tiempo, alertó sobre la necesidad que desde el Consejo de Derechos Humanos de la ONU “se condene a aquellos países que no suscriben algunas recomendaciones que se hacen en referencia a evitar la desaparición forzada de personas”, e hizo un llamado expreso a Naciones Unidas para que “no se olviden de Latinoamérica, porque se miró mucho para el Este y otros países y se olvidó a la región latinoamericana… se sigue luchando porque aún hoy, en algunos países, hay desapariciones forzadas o amenazas a las democracias”, recalcó a Panorama Diplomático.

En el evento convocado por Argentina, Francia, Suiza y Marruecos para discutir experiencias en torno a los procesos de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, la Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo recordó que llevan ya 37 años de lucha exigiendo el esclarecimiento de la verdad y la sanción a los responsables de las violaciones de los derechos humanos cometidas en su país por el régimen liderado por las fuerzas armadas. “Hoy vivimos un presente maravilloso… pude conocer y abrazar a mi nieto Guido”, dijo en alusión al reciente hecho que le permitió conocer en persona al hijo de Laura, su hija desaparecida durante la dictadura, quien ahora “puede descansar en paz”.

“La mayor reparación es encontrar a nuestros nietos, que no pueden salir del papel de víctimas hasta que no conozcan la historia y no se reconstruya su identidad… Hasta que no sean liberados de la mentira, es como si continuaran secuestrados” dijo de Carlotto ante representantes diplomáticos, organizaciones no gubernamentales y periodistas que asistieron al evento. Recordó que aún faltan más de 400 niños y niñas por buscar en Argentina producto de la desaparición de más de 30mil personas ocurridas entre 1976 y 1986, durante el periodo de dictadura cívico-militar.

El Relator Especial sobre justicia transicional, Pablo de Greiff, quien también intervino en el debate, aprovechó la ocasión para manifestar que “el mundo tiene una deuda inmensa con ustedes” refiriéndose al trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo”. También resaltó el rol fundamental de la sociedad civil en el ámbito de la justicia transicional.

Por su parte, el Presidente del Grupo de Trabajo sobre desapariciones forzadas o involuntarias, el argentino Ariel Dulitsky, insistió en que la ONU es a pesar de todas las críticas “el único espacio de esperanza para las víctimas de violaciones de derechos humanos” y remarcó la necesidad de incluir los procesos de reconstrucción de la memoria, de forma expresa, como un quinto pilar de la justicia transicional, además de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.