El COPINH pidió ante la ONU que se cancele el proyecto de la hidroeléctrica Agua Zarca

por | 22-09-2016

Líder indígena y miembro del COPINH, Francisco Javier Sánchez habló con Panorama de su petición de cancelar el proyecto de la hidroeléctrica Agua Zarca y del asesinato de Berta Cáceres.

Francisco Javier Sánchez, miembro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), pidió ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU “que el Estado respete nuestros derechos y cancele el proyecto de Agua Zarca”. El líder comunitario denunció además la precaria situación en la que se encuentran los pueblos indígenas como consecuencia de la desatención del Estado, los megaproyectos de empresas y la violencia.

En su paso por Ginebra, en el marco de la 33.ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, Sánchez explicó a Panorama que para llevar a cabo dicho proyecto nunca se hizo el proceso de consulta previa, “lo cual viola nuestros derechos humanos y el Convenio 169 de la OIT. Los responsables son el Gobierno de Honduras, la empresa Desarrollos Energéticos SA (DESA) y los bancos que financian la hidroeléctrica”. Por eso, añadió, “venimos a pedir el apoyo de Naciones Unidas y a los Estados miembros”.

Su intervención tuvo lugar en la presentación, ante el Consejo, del informe de la Relatora Especial sobre pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, quien visitó Honduras del 2 al 10 de noviembre de 2015.

En su discurso, la experta de la ONU subrayó el “estado de absoluta indefensión” frente a los actores armados en el que se encuentran los indígenas en ese país centroamericano y recalcó que enfrentan también la pobreza y la desigualdad, agravadas por la corrupción y la falta de acceso a la salud, el saneamiento y la educación.

Así mismo, Tauli-Corpuz llamó a las autoridades hondureñas a garantizar la celeridad en la investigación del asesinato de la coordinadora del COPINH, la defensora de derechos humanos Berta Cáceres, con quien se reunió durante su visita al Estado cuatro meses antes del homicidio ocurrido el pasado 3 de marzo.

Sánchez, quien trabajó con Cáceres en el COPINH, afirmó que ese proyecto le costó la vida a la líder indígena y ambiental, y a otros dos de sus compañeros asesinados en meses posteriores. “Por defender el río Gualcarque, que es sagrado para nosotros, hemos sido violentados, atacados y asesinados. Es el caso de Berta”, sostuvo.

“Después de su asesinato, para nosotros nada es seguro, aunque tengamos medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Berta también las tenía, pero en Honduras eso no es ninguna seguridad. Lo único que puede garantizárnosla es que Agua Zarca salga de nuestro territorio”, aseguró el líder indígena.

El Estado hondureño, por su parte, afirmó que no escatimará esfuerzos para esclarecer el homicidio de Berta Cáceres. “Actualmente se encuentran procesadas y privadas de la libertad seis personas imputadas por este asesinato. Honduras no cesará en este empeño hasta que todos los implicados sean individualizados y condenados”, añadió.

Al respecto, Sánchez dijo a Panorama: “ahora tienen a los autores materiales, pero queremos saber quiénes son los autores intelectuales para que no queden en la impunidad: en ese asesinato participó un miembro activo del ejército y también DESA”.

El líder indígena señaló, además, que ni él ni el COPINH tienen interlocución con el Estado: “El Gobierno no nos da la oportunidad de hablar con ellos y nunca nos dice cómo va la investigación del asesinato de Berta. Incluso dice que no somos indígenas: niega lo que somos”.

Precisamente, una de las expectativas que tiene el activista hondureño luego de su visita de trabajo a Ginebra es encontrar un espacio de diálogo con el Gobierno: “Esperamos que las personas con quienes hemos hablado aquí puedan presionar para que se nos dé esa oportunidad y que el Gobierno escuche nuestras peticiones: que nos permitan dialogar como lo hemos hecho aquí con tantos Estados y hasta con los bancos. Yo digo que si Honduras fuera así nuestra situación sería muy diferente”.

“Esperamos una respuesta positiva, que nuestra voz sea escuchada, porque con nuestra labor arriesgamos la vida. El COPINH dice las cosas como son: nosotros, como pueblos indígenas, sufrimos la violencia y la violación de nuestros derechos humanos. Pero sabemos que todos unidos, en una sola voz, podemos lograr que los Gobiernos cambien y respeten nuestros derechos”, concluyó Sánchez.