Ginebra 29 Septiembre. – La ONU aprobó el pasado viernes, en el Consejo de Derechos Humanos, una resolución que busca evitar todo tipo de discriminación y maltrato por motivo de orientación sexual e identidad de género. El texto ordena realizar un informe que detalle las violaciones de que son víctimas los grupos LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales), así como las mejores prácticas y formas existentes de superar este tipo de violencia.   

La resolución expresa “gran preocupación por los actos de violencia y discriminación, en todas las regiones del mundo, que se cometen contra este grupo específico”. Asimismo, el texto recordó que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y cada uno es titular de todos los derechos y libertades”, lo cual, según la jurisprudencia de la ONU, abarca a la población LGBTI.

Brasil, Chile, Colombia y Uruguay, autores del proyecto, explicaron que es necesario ahondar en este tema pues “hace más de 20 años las instituciones nacionales de derechos humanos de cada país vienen registrando este tipo específico de violencia sin mayor reacción de la comunidad internacional”. Por lo cual Chile señaló la necesidad de hacer “un análisis más comprehensivo de las amenazas al goce de los derechos humanos de las personas con distinta orientación sexual”.  
 
Al proyecto no le faltaron detractores y debió enfrentar la férrea oposición de países como Egipto, Sudán, Uganda, el Congo, Emiratos Árabes Unidos, Malasia, Yibuti, Namibia y Bahrein, quienes intentaron imponerle un paquete de 7 enmiendas que, en su conjunto, modificaban el 54% de los párrafos del texto, incluyendo el título. Según Brasil dichas enmiendas “distorsionaban el espíritu de la resolución y la desnaturalizaban.”

En una intervención en bloque, dichos países argumentaron que “el proyecto, tal como se ha presentado, nos obliga a crear una nueva categoría de derechos para una nueva categoría de individuos”; respecto a los países patrocinadores de la resolución estimaron que, “no se dan cuenta que los pueblos son diversos y tienen distintos sistemas de valores, estas partes no sólo quieren imponer sus valores, sino que son coercitivos e insisten en imponer una percepción cultural que se cree superior.”

En la misma línea, Arabia Saudita aseguró que “hay una tendencia a favorecer el uniculturalismo al imponer un valor cultural que va en contra de la idiosincrasia y principios culturales de algunos países”. Mientras Argelia agregó que “la identidad sexual no reposa en ninguna base jurídica existente… esto significa una imposición a las legislaciones de muchos Estados… es una injerencia en sus asuntos internos, lo que viola la carta de la ONU”.

Costa Rica salió a la defensa y recordó que la Declaración de Viena establece que “los Estados tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y libertades fundamentales”. El embajador del país centroamericano advirtió al Consejo que con las enmiendas “se pone en entredicho el delicado equilibrio logrado en Viena entre valores culturales y religiosos y los derechos humanos”.

Los países europeos, por su parte, mostraron su apoyo a la iniciativa latinoamericana. Italia, a nombre de la Unión Europea, declaró que “la resolución es sencilla y transparente y representa un intento genuino para sentar las bases de un diálogo abierto sobre el tema”. Igualmente, afirmó que “hay todo tipo de pruebas, en todas las regiones, de la discriminación contra los LGBTI” y que, “sabemos que estos actos quedan a menudo sub-documentados pues las víctimas son reacias a denunciar”.

Según la ONU, entre 2008 y 2011 se produjeron 680 asesinatos en 50 países, por motivos de orientación sexual; un informe presentado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en 2011 advierte que sólo en Estados Unidos se registraron 22 asesinatos en 2009 por este motivo, los cuales ascendieron a 27 en 2010. El mismo informe concluye que 76 países tienen en vigencia leyes discriminatorias contra personas LGBTI y que en al menos 5 de ellos el homosexualismo se castiga con pena de muerte.

El debate se prolongó por casi 3 horas en las que, una a una, las enmiendas fueron rechazadas por votación. La resolución fue finalmente aprobada en una votación final con 25 votos a favor, 14 en contra y 7 abstenciones, ante lo cual la sala del Consejo explotó en aplausos y celebraciones por parte de los defensores de derechos humanos allí presentes.

Al fin de la ovación, Estados Unidos concluyó afirmando que la victoria diplomática del grupo latinoamericano fue “un hito histórico en la mejora de los derechos humanos para todos” y que “al igual que en momentos en que en la historia se imponía la esclavitud, hoy también se libra una lucha por los derechos de los LGBTI”. La aprobación de la resolución cerró el último día de trabajo de la 27 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la cual tuvo lugar en Ginebra del 8 al 26 de Septiembre del presente año.