Por: Carmen Lucía Castaño

 

Ginebra, 30 de abril.- El Comité de la ONU contra la Tortura (CAT) manifestó su preocupación por las condiciones de hacinamiento y falta de acceso a los servicios sanitarios básicos en que viven las personas recluidas en centros penitenciarios en Colombia.

Así lo expresaron los expertos del Comité a la delegación colombiana encargada de presentarles su informe periódico con el fin de evaluar el estado de la aplicación, en el país, de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, ratificada por Colombia en 1987.

El experto holandés Jens Modvig advirtió que la magnitud del hacinamiento en las cárceles colombianas, que según cifras oficiales alcanza el 53%, es contraria a las disposiciones de la Convención: algunos reclusos en Colombia, señaló Modvig, duermen en un espacio del tamaño de una hoja de periódico. “Si un Estado priva de la libertad a una persona, es obvio que ese Estado asume la responsabilidad de su salud”, dijo el experto holandés, quien manifestó además su preocupación por el hecho de que haya mujeres presas en cárceles para hombres.

En el mismo sentido se pronunció el italiano Alessio Bruni, quien recordó que la situación es tan grave que los miembros del sindicato del Instituto Penitenciario y Carcelario (INPEC), ente regulador de las cárceles en Colombia, amenazaron recientemente con no recibir ni un solo preso más. Por su parte, la experta marroquí Essadia Belmir calificó la situación de las cárceles como “precaria” y pidió al Estado informar sobre todas las medidas tomadas y previstas para hacer frente a esa violación persistente de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad.

El Instituto Penitenciario y Carcelario de Colombia (INPEC) indica que en las cárceles del país caben 77 874 reclusos. Sin embargo, el 31 de marzo de 2015 albergaban a 118 685 personas. La diferencia, 40 784, equivale al 52.4% de sobrepoblación.

Por otra parte, varios expertos del Comité, incluyendo a su presidente, el chileno Claudio Grossman, expresaron su inquietud por la situación de los defensores de derechos humanos quienes siguen siendo el blanco de amenazas, ataques y estigmatización. La norteamericana Felice Gaer pidió saber cuántas denuncias, procedimientos judiciales y condenas ha habido en el marco de la protección de la integridad de estas personas.

Otros temas abordados por el CAT fueron las ejecuciones extrajudiciales, la represión policial durante las manifestaciones pacíficas, la ampliación del fuero penal militar, la violencia sexual contra niños y mujeres, las agresiones contra miembros de la comunidad LGTBI y la desaparición forzada.

Finalmente, el Comité volvió a invitar a Colombia a reconocer su facultad para recibir casos individuales y a ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención, en virtud del cual el Estado se comprometería a crear un mecanismo nacional de prevención de la tortura y permitiría las visitas del Subcomité de la ONU para la Prevención de la Tortura a los centros penitenciarios del país.

Los expertos manifestaron unánimemente su confianza en que Colombia alcanzará la paz a través de los diálogos que actualmente adelantan en La Habana el gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La delegación colombiana deberá responder mañana viernes 1 de mayo a estas y otras preguntas formuladas por los expertos del Comité, quienes harán públicas, el próximo 15 de mayo, sus recomendaciones a todos los países evaluados durante esta sesión.