Por: Carmen Lucía Castaño

 

Ginebra, 21 de marzo.- Durante la presentación de su reporte anual ante el Consejo de Derechos Humanos, el Relator Especial de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, Makarim Wibisono, dijo estar sorprendido por la “aparente incapacidad de la comunidad internacional” para para proveer protección efectiva al pueblo palestino a pesar de que las violaciones cometidas por Israel están abundantemente documentadas.

Wibisono señaló ante el Consejo que, desde que comenzó su mandato en 2014, ha observado una brecha entre los derechos de los palestinos en el papel y su capacidad para ejercerlos en la realidad. “Las políticas y prácticas israelíes continúan impactando significativamente la cotidianidad de los palestinos y privándolos a menudo de los derechos y la protección básicos que les otorga el derecho internacional”, denunció.

El Relator se refirió, en particular, al uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades israelíes en el contexto de las protestas que tuvieron lugar en los últimos meses de 2015.

“Urjo encarecidamente a Israel a asegurar el cumplimiento de los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego”, dijo en referencia a estos principios adoptados en 1990 y que estipulan que las autoridades solo deben recurrir a la fuerza cuando sea estrictamente necesario, y que su uso “debe conciliarse con el respeto de los derechos humanos”.

Wibisono reiteró su llamado a Israel a detener inmediatamente la expansión de sus asentamientos ilegales y a cesar las violaciones conexas: demolición de casas, desplazamiento forzado y acceso discriminatorio a recursos limitados como el agua y la tierra.

Por otra parte, el Relator recordó que, aunque la detención administrativa está excepcionalmente permitida solo para períodos cortos, “cientos de palestinos han sido detenidos por periodos repetidos de seis meses”. “Urjo al gobierno de Israel a imputar o a liberar a todos aquellos en detención administrativa”.

Finalmente, Wibisono explicó que en cuatro ocasiones solicitó por escrito acceso a los territorios ocupados, sin obtener respuesta alguna de Israel, en contraste con las autoridades palestinas con las que el Relator trabajó fluidamente.

“Esta falta de cooperación lamentablemente parece señalar la continuidad de la situación en la que los palestinos sufren a diario violaciones bajo la ocupación israelí”, lamentó el Relator antes de pedir que su sucesor, quien será designado por el Consejo de Derechos Humanos, cuente con el respaldo de ambos Estados.

Es parte del procedimiento del Consejo de Derechos Humanos que, tras la presentación de un reporte sobre un país, éste pueda tomar la palabra en calidad de Estado concernido.

En este caso, el embajador palestino, Ibrahim Khraishi, deploró la falta de cooperación de Israel con el Relator “desde el primer día” y pidió a los miembros del Consejo establecer la responsabilidad del Estado israelí en las violaciones masivas de los derechos humanos de los palestinos.

El diplomático denunció que, desde septiembre de 2015, 210 personas fueron asesinadas y otras 14 000 heridas por arma de fuego, balas de goma o quemaduras durante la detención. “Los derechos de millones de palestinos están siendo violados todos los días. Naciones Unidas ya ha advertido que la situación en Gaza es catastrófica y que no va a ser habitable de aquí a 2020”, dijo Khraishi.

Israel, por su parte, y como ya es habitual en este tipo de situaciones, no estaba presente en la sala. Sin embargo, su representación diplomática envió un comunicado a la prensa en el que el embajador Eviatar Manor asegura que el Consejo “está obsesionado con la suerte de los palestinos y prefiere cerrar sus ojos ante otras violaciones críticas de los derechos humanos. De manera consistente ignora los derechos de los israelíes. De hecho, no le interesan en absoluto”.

“Mientras el Consejo de Derechos Humanos no se someta a una terapia cognitiva para tratar su obsesión con Israel, no cooperaremos con estos mecanismos parciales”, concluye el diplomático en la nota de prensa.

El de hoy fue el último de los reportes que Wibisono entrega a la ONU en calidad de Relator Especial, luego de su renuncia al cargo, presentada el 4 de enero y efectiva a partir del 31 de marzo. Su dimisión se debió precisamente a que Israel nunca le concedió la entrada a los territorios ocupados a pesar de que existía el compromiso, desde junio de 2014, cuando asumió el mandato.

Al presentar su renuncia, Wibisono dijo que sus esfuerzos “por mejorar las vidas de los palestinos víctimas de violaciones por la ocupación israelí han sido frustrados a cada paso”.