El Consejo de Derechos Humanos de la ONU concluyó su 45. ª sesión en Ginebra
En medio de las medidas de seguridad por la pandemia, y sin ningún contagio entre las delegaciones, el Consejo clausuró sus sesiones ordinarias de 2020. Se reunirá de nuevo en febrero de 2021.
Luego de tres semanas de reunión, y con la adopción de 35 resoluciones, concluyó este miércoles en Ginebra la cuadragésima quinta sesión del Consejo de Derechos Humanos.
Por decisión de este órgano intergubernamental de la ONU se renovaron los mandatos de varios procedimientos especiales, como el grupo de trabajo sobre personas afrodescendientes y la relatoría especial sobre sustancias tóxicas. Así mismo, se solicitó a la oficina de derechos humanos (ACNUDH) presentar informes, entre otros, sobre la situación de las niñas y las mujeres en contextos humanitarios y sobre la adquisición y tenencia de armas de fuego por parte de civiles.
Con respecto a América Latina se destacó la renovación de dos resoluciones sobre Venezuela. Una de ellas, propuesta por Irán y respaldada por Caracas, se refiere al fortalecimiento de la cooperación entre el Estado venezolano y la ACNUDH.
Aunque fue adoptada con solo 14 votos a favor, y fuertemente criticada, en esta resolución Venezuela asumió ante la comunidad internacional compromisos que hasta hace poco eran impensables, como el fortalecimiento de la presencia de la ACNUDH en el país, y su beneplácito para visitar lugares de reclusión, así como una interlocución efectiva con organizaciones de la sociedad civil.
La otra resolución, impulsada por el grupo de Lima, renovó por dos años el mandato de la misión internacional de determinación de los hechos sobre Venezuela, mecanismo creado un año atrás y que recientemente presentó ante este mismo Consejo un informe en el que dijo haber encontrado motivos razonables para creer que en el país se cometieron crímenes de lesa humanidad, de los que el presidente Maduro y su cúpula ministerial habrían, como mínimo, estado al tanto.
Tal como ocurrió en el momento del establecimiento de esta misión, Venezuela reiteró que la rechazaba y que no colaboraría con su mandato.
El Consejo de Derechos Humanos también adoptó resoluciones sobre Siria, Burundi, Yemen y Filipinas. De igual manera, aprobó durante una reunión urgente, convocada por la Unión Europea, un texto sobre la situación de la violencia poselectoral en Bielorrusia.
Entre los más de 40 reportes de los expertos del Consejo discutidos durante esta sesión estuvieron el del relator especial sobre la verdad, la justicia y la reparación, el del relator sobre el derecho al agua y el de su homólogo sobre los pueblos indígenas.
Las medidas de seguridad por la pandemia y el espacio de la sociedad civil
La 45. ª sesión del Consejo de Derechos Humanos no fue ajena a la crisis de la pandemia del covid-19. Tal como ocurrió con los dos periodos de sesiones anteriores, las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus lo llevaron a sesionar en la sala más grande disponible en la sede europea de la ONU, a donde solo podía ingresar una persona por delegación para garantizar el mantenimiento de la distancia física, tal como lo recomienda la OMS.
Adicionalmente, se hizo obligatorio el uso de tapabocas dentro del recinto y se puso a disposición gel hidroalcohólico para asegurar la limpieza de las manos de quienes ingresaran.
La participación de la sociedad civil, sin embargo, se vio limitada no solo por la restricción de la movilidad internacional, sino también por el déficit presupuestario que obligó al Consejo a reducir sus horarios, lo que en la práctica terminó en que las ONG tuvieran un espacio de participación ínfimo durante algunos de los debates.
A lo anterior se adiciona que los eventos paralelos al Consejo, en los que usualmente las organizaciones tenían un espacio de diálogo con las misiones diplomáticas, fueron los primeros en ser cancelados en marzo, aun cuando su aforo podía ser adaptado a las medidas sanitarias puestas en marcha por Suiza, el Estado anfitrión.
En sus palabras de clausura de la sesión, la presidenta del Consejo, la embajadora austríaca Elisabeth Tichy-Fisslberger, destacó el trabajo de todos los participantes y el hecho de que, a pesar de las circunstancias particulares por la pandemia, las tres sesiones de 2020 hubieran podido tener lugar, sin contagios que lamentar entre los delegados.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará su próxima sesión del 22 de febrero al 19 de marzo de 2021.