Por: Mélanie Belfiore

 

Ginebra, 13 de octubre.– Del 5 al 15 de octubre se reúne en Ginebra el Grupo de Trabajo Intergubernamental sobre la aplicación efectiva de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, uno de los tres mecanismos de las Naciones Unidas encargado de promover la lucha contra el racismo y la implementación de los programas de acción al respecto.

Además de este mecanismo, el sistema de derechos humanos de la ONU cuenta con un Relator Especial sobre formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, nombrado por el Consejo de Derechos Humanos, así como con el Comité contra la Discriminación Racial, un grupo de 18 expertos que vela por el cumplimiento de la Convención para la eliminación de todas la formas de discriminación racial.

Durante estas dos semanas, varios expertos –académicos, representantes de organismos internacionales y de organizaciones no gubernamentales –son convocados a presentar su punto de vista y proposiciones para que la lucha contra el racismo sea efectiva. A partir de estas presentaciones, representantes de los Estados participantes formulan preguntas, lo que da lugar a un diálogo interactivo.

Las discusiones de la primera semana de la sesión se dedicaron a la temática del “reconocimiento, justicia y desarrollo” a través de un debate sobre la implementación del Programa de actividades del Decenio Internacional para los Afrodescendientes de las Naciones Unidas.

Algunos Estados, como Colombia y Venezuela, aprovecharon el espacio para relatar los progresos alcanzados por sus gobiernos en la materia, y avanzaron iniciativas y propuestas propias para mejorar la situación de las discriminaciones contra los afrodescendientes.

De este modo, Colombia explicó que las políticas públicas que están formulando en este ámbito concreto se basan en un “enfoque holístico y diferenciado”, para responder de forma apropiada a los problemas de los afrodescendientes. Informaron que realizarán un “diagnóstico adecuado” de la situación y necesidades de las personas discriminadas, para lo cual el gobierno tomará en cuenta la voz de los afrodescendientes.

Por su parte, Venezuela insistió en las secuelas que persisten del pasado en torno a la trata trasatlántica y el colonialismo. Razón por la cual, subrayó la necesidad de un trabajo de memoria al respecto, así como el impulso de reparaciones concretas para las víctimas de las consecuencias de estos acontecimientos históricos.

Adicionalmente, la Comisión Árabe de los Derechos Humanos destacó el fenómeno de la discriminación racial presente en los países norteafricanos. En este sentido, solicitó que se aclare la definición de “afrodescendientes” para que los programas relacionados a esta problemática y las acciones promovidas por la Declaración de Durban puedan implementarse también en los países africanos y no solo en aquellos con población descendiente.

Hoy empezó la segunda semana de discusión en la cual se debatirá sobre la relación y el vínculo entre racismo y pobreza. Al final de la sesión, el Grupo de Trabajo rendirá un informe con sus conclusiones y recomendaciones, que será remitido al Consejo de Derechos Humanos para su posterior consideración.