Por: Mélanie Belfiore

 

Ginebra, 28 de julio.- Así recordó hoy sus obligaciones internacionales a la República Dominicana el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre los Afrodescendientes. Los expertos que lo conforman se mostraron altamente preocupados por la amenaza de expulsión que enfrentan las personas de origen haitiano que viven de forma irregular en territorio dominicano y por el riesgo de discriminación al que están expuestas.

El Grupo de Trabajo informó que alrededor de 19 000 haitianos residentes en la nación caribeña regresaron a su país por temor a que sus derechos fueran violentados por las autoridades dominicanas, luego de que se diera inicio a una “campaña” de deportaciones en el marco de la aplicación del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.

La presidenta del panel de expertos, Mireille Fanon Mendès-France, afirmó que “nadie debería ser deportado si existen razones legales y válidas para permanecer” en territorio nacional. Por lo tanto, el Grupo de Trabajo exhortó al Gobierno a “tomar medidas para impedir las deportaciones arbitrarias” de los residentes haitianos.

Por otra parte, el Grupo insistió en que la República Dominicana debe adoptar mecanismos para examinar las acusaciones de racismo que se observan durante las deportaciones, aunque el Estado no reconozca “la existencia estructural del racismo y de la xenofobia”.

No es la primera vez que el Grupo manifiesta su preocupación por la situación en República Dominicana: el pasado 20 de junio había urgido al Estado a garantizar un proceso transparente para restablecer la nacionalidad a quienes no fueron debidamente registrados en el momento de su nacimiento en territorio dominicano.

Por su parte, el canciller de la República Dominicana, Andrés Navarro, quien estuvo presente el 2 de julio en el marco de la vigesimonovena sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, estableció que su país no practica deportaciones desde 2013, pero que sí existen casos particulares de expulsión, aunque con las debidas identificaciones individuales, “como ocurre diariamente en cualquier lugar del mundo”.

Este Grupo de Trabajo, creado en 2002 por la entonces Comisión de Derechos Humanos, tiene como mandato luchar contra todas las formas de discriminación sufridas por los afrodescendientes alrededor del mundo.