Por: Gabriela Sotomayor

 

Ginebra 15 de abril.- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que “entre el 48 % y el 58 %” de los menores que llegan a territorio mexicano provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador “podría tener necesidades de protección como refugiados”.

“El principal reto que tenemos es identificar y asegurar que los niños que así lo necesiten tengan acceso al procedimiento de asilo y protección en México”, dijo en entrevista con Panorama la portavoz del ACNUR para las Américas, Nora Sturm.

Estas cifras se basan en dos estudios publicados por la agencia de la ONU en 2014, realizados a partir de entrevistas individuales hechas en México y Estados Unidos con niños originarios de los citados países, que conforman el Triángulo Norte de América Central (TNAC).

“La preocupación del ACNUR se centra en el hecho de que este es un flujo permanente, que persistirá mientras las condiciones preocupantes en los países del TNAC, duramente afectados por la violencia criminal, sigan deteriorándose», subrayó la portavoz.

Respecto al procedimiento de concesión del asilo, Sturm consideró que se trata de un asunto directamente vinculado a las actividades de identificación de los solicitantes.

«En 2015, 141 menores no acompañados solicitaron asilo en México. Entre ellos, 92 concluyeron el procedimiento y solo 57 recibieron protección como refugiados», ACNUR.

“Si analizamos los números de niños y niñas que son registrados y reciben una decisión por parte de la COMAR [Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados] en comparación con el total de niños que podrían ser refugiados y son detectados por las autoridades migratorias mexicanas, persiste un vacío importante”, destacó.

Según ACNUR, la identificación de niños no acompañados con necesidades de protección internacional continúa siendo insuficiente, pues solamente 141 menores no acompañados solicitaron asilo en México en 2015. De éstos, 92 concluyeron el procedimiento y 57 recibieron protección como refugiados.

“Cabe resaltar que el número de niños que solicitan asilo va en aumento: en 2013 solo fueron 61 y en 2014, 78. En paralelo, el número total de solicitantes, adultos y niños, se incrementó un 164 % entre 2013 y 2015, pasando de 1296 en 2013 a 3423 en 2015″, indicó Sturm.

En cuanto a la identificación de estos niños, la portavoz dijo que es necesario que los oficiales estén sensibilizados con el tema y que urge “la producción y difusión masiva de información de una manera adecuada y en un lenguaje accesible para los niños”.

“Se requieren, además, procedimientos y protocolos que permitan a las autoridades de protección a la infancia [en este caso, la Procuraduría Federal de Protección de Niños y Niñas, creada a finales de 2015] determinar el interés superior de cada niño o niña, en conformidad con la ley mexicana y los principios del derecho internacional”, añadió Sturm.

ACNUR señala que mientras en 2013 solo 61 niños solicitaron asilo en México, en 2015 lo hicieron 141 menores de edad.

De igual manera, afirmó que los esfuerzos del ACNUR para apoyar al gobierno de México van en este sentido. De hecho, ya existe un Protocolo para identificar a niños refugiados en detención migratoria que se ha “piloteado en la Ciudad de México por la COMAR con el apoyo del ACNUR y UNICEF, y ahora hace falta que sea aplicado a nivel nacional”.

Por otro lado, el ACNUR y UNICEF están trabajando con la Procuraduría y con el Sistema Nacional de Protección Integral (DIF) para que las autoridades estén en posición de entrevistar y determinar el interés superior de los niños extranjeros, asegurando su acceso al asilo y a los servicios de protección adecuados.

“Una pregunta básica es si procede su deportación o si más bien requieren protección como refugiados o reunificación con familiares en un tercer país. No se puede esperar que un niño o niña de 12 o 13 años tome este tipo de decisión solo”, valoró.

El ACNUR observó que, una vez identificado y asegurado el acceso a los procedimientos de asilo y protección, es necesario contar con la infraestructura, servicios y profesionales especializados en la atención y cuidado que requieren los niños en su día a día.

Informe “Puertas cerradas” de Human Rights Watch

Al ser cuestionada sobre el informe reciente de HRW en el que se denuncia que “las autoridades migratorias de México aprehendieron a más de 35 000 niños en 2015, casi un 55 % más que en 2014, y un 270 % más que en 2013”, la portavoz del ACNUR argumentó que “los niños, niñas y adolescentes no pueden seguir detenidos en centros de detención migratoria”.

“Es fundamental que las autoridades de protección a la infancia y organismos de la sociedad civil mexicana cuenten con los recursos y los medios para ofrecer alternativas viables, de mediano a largo plazo, a estos niños refugiados”, agregó.

Sturm dijo que, para hacer frente a esta situación, el ACNUR está trabajando en la construcción y habilitación de espacios adecuados para solicitantes de asilo con necesidades especiales y también en los albergues de la sociedad civil para migrantes que alojan a solicitantes de asilo.

El ACNUR enfatizó que “la situación en los países del TNAC, en particular Honduras y El Salvador, de donde proviene la gran mayoría de los refugiados en México, requiere de una respuesta concertada y regional de protección. En los casos de muchos niños y niñas refugiados no acompañados esto significa trabajar en la reunificación con sus familias”.

Además, recordó que “la violencia a gran escala y la persecución a manos de criminales armados se han convertido, junto con la pobreza y el desempleo, en los principales causantes de los flujos de refugiados e inmigrantes”.

¿Cuál debe ser la respuesta de México?

Con respecto a las obligaciones internacionales del Estado para acoger a los menores y ofrecerles protección a la luz de los tratados y las convenciones de los que es parte, la portavoz del ACNUR señaló que México debe fortalecer su capacidad de recepción y gestionar de manera más eficiente la estancia de los niños en el país.

Sturm subrayó que las autoridades mexicanas, en el marco de la legislación recientemente adoptada y las instituciones creadas en 2015, “harán todo lo posible para mejorar su respuesta y corregir las deficiencias existentes”.

Entre estas deficiencias se encuentran las identificadas por el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño que, en sus recomendaciones a México en 2015, “le alentó a mejorar su capacidad para identificar y brindar protección a los niños refugiados, mejorar la vivienda en refugios basados en la comunidad y la reunificación familiar”, recordó la funcionaria.

De acuerdo con cifras publicadas por la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación mexicana, 35 704 niños, acompañados y no acompañados, fueron detenidos por las autoridades migratorias en 2015.

El ACNUR ha subrayado que el número de personas que huyen de la violencia en Centroamérica y buscan refugio en países cercanos ha alcanzado niveles que no se veían desde los conflictos armados que sacudieron la región en los años ochenta.

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